El banco calcula que con las normas de EEUU habría ganado un 75% más
El Santander Central Hispano señala en su informe anual que si los bancos españoles pudieran aplicar la normativa contable norteamericana sobre fondos de comercio, el resultado consolidado del grupo hubiera ascendido a 4.359,3 millones de euros, un 75,3% superior al obtenido con la norma en vigor en España.
La diferencia reside, precisamente, en los 1.873 millones de euros (311.633 millones de pesetas) destinados en 2001 por el Santander Central Hispano a amortizar fondos de comercio con cargo a la cuenta de resultados. El fondo de comercio es la partida que refleja la diferencia entre lo que se paga en una adquisición y el valor teórico contable de lo que se adquiere.
El organismo que dicta las normas contables en Estados Unidos publicó en julio pasado una normativa que permite desde el 1 de enero a las compañías estadounidenses no amortizar los fondos de comercio generados por sus adquisiciones mientras no haya una pérdida real de su valor.
Emilio Botín subrayó ante la junta de accionistas del sábado la "la clara desventaja comparativa de esta asimetría contable" para las compañías europeas frente a las norteamericanas y pidió a las autoridades que lo estudien y corrijan "en el más breve espacio de tiempo posible".
El Ministerio de Economía lleva tiempo analizando el impacto de la normativa en las grandes empresas españolas e incluso ha recibido información de alguna de ellas para conocer el efecto real de un cambio contable.
Las compras realizadas por el Santander Central Hispano tanto en Latinoamérica como en Europa le han generado unos fondos de comercio de 9.868 millones de euros (1,64 billones de pesetas), la mayor parte aflorados por la compra de Banespa.
El banco ha destinado en los últimos ejercicios buena parte de las plusvalías materializadas a amortizar anticipadamente fondos de comercio, pero en el informe anual 2001 señala que mientras las normas contables sigan obligando a amortizar estos fondos "el grupo analizará otras fórmulas que permitan cumplir sus compromisos sin imponer necesariamente la materialización de plusvalías".
Aunque la obligación de amortizar anualmente los fondos de comercio no afecta a la capacidad real de generación de resultados, si afecta al resultado contable, lo que puede provocar un efecto distorsionador en términos comparativos con otras entidades. En este sentido, Botín cree que a los bancos estadounidenses les resultará más fácil que a los europeos protagonizar operaciones de fusiones o absorciones, ya que son menos gravosas desde el punto de vista de su solidez financiera.
Botín pidió además otras reformas laborales, fiscales y de servicios públicos para impulsar la economía europea y "ganar competitividad frente a países que muestran mayores niveles de eficiencia, como Estados Unidos". En su opinión, "la circulación del euro es una condición necesaria para un futuro mejor de Europa, pero no suficiente".