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Junta de accionistas del SCH

Emilio Botín ve "amplio margen" para crecer en Europa y Latinoamérica

La crisis de Argentina, que ha mermado los resultados del banco, la crisis interna que vivió el grupo el año pasado y la caída en Bolsa de la acción, ensombrecieron este acto. A pesar de todo, Botín exhibió un SCH más fuerte, con proyección para crecer en España, enfatizando en cuidar "la calidad del servicio", y aseguró que existe un "amplio margen para crecer y desarrollar nuevas oportunidades de negocio en Europa y Latinoamérica". Además, se comprometió a "aumentar consistentemente el beneficio por acción a medio plazo".

Emilio Botín, acudió el sábado al Palacio de Festivales de Santander a su primera junta de accionistas como presidente único del principal banco español. Este era el primer acto en el que Botín se enfrentaba en solitario a los accionistas del Santander Central Hispano (SCH). En el trasfondo de este acto estaba la crisis de Argentina, que mermó los resultados del banco en 2001 en 1.285 millones de euros, los problemas internos del grupo, que desembocaron en la salida anticipada de José María Amusátegui, como copresidente del grupo, y la caída sufrida por la acción del SCH durante el pasado ejercicio.

Pero, a pesar de estos aspectos desfavorables, Botín quiso exhibir un SCH más fuerte, con una sólida base de recursos propios y con un gran potencial de crecimiento futuro. Sólo la sombra de una caída continuada de la acción parece que obsesionaba a Botín. No en vano, fue este uno de los objetivos marcados un año antes por el banco en la junta de accionistas. "Ahora nos toca a nosotros rentabilizar el capital que tenemos", el Santander Central Hispano será "la inversión más rentable del sector financiero", aseguró en 2001 Botín.

Doce meses después, sin embargo, el reto que se ha fijado el presidente del SCH sigue siendo el mismo: "nuestro gran objetivo es aumentar consistentemente el beneficio por acción a medio plazo, manteniendo siempre los criterios tradicionales en cuanto a riesgos, fuerte base de capital y ampliar provisiones genéricas y específicas. Este es nuestro compromiso ante todos ustedes", sentenció el pasado sábado Botín.

Aunque Botín no dejo muy claro como iba a conseguir este objetivo, sí dio algunas pistas. Pidió un cambio normativo en la amortización de los fondos de comercio del banco, capítulo éste que le restaron en 2001 la nada despreciable cantidad de 1.873 millones de euros.

Seguir reduciendo costes, crecer en España en banca comercial, a través de una mayor "calidad del servicio", y buscar nuevas oportunidades de crecimiento en Latinoamérica y Europa forman parte de los deberes que se ha marcado el Santander para 2002, y que tienen como objetivo prioritario aumentar el valor de los títulos del grupo.

"Sabemos tomar riesgos, pero cuando están bien medidos y ponen todos los recursos técnicos y humanos disponibles, los riesgos se convierten en oportunidades únicas", declaró Botín ante una sala que aplaudio sus palabras.

Europa y la especialización

Segundos antes, el presidente del Santander había hecho referencia a Argentina, principal causante de los menores resultados del banco en 2001 y de la caída de sus títulos en Bolsa. "Aunque es todavía muy prematuro emitir juicios definitivos, las recientes medidas adoptadas me animan a pensar que empezamos a estar en la dirección correcta para asegurar un sistema financiero viable", sentenció Emilio Botín trastabillandose, lo que no paso desapercibido entre los accionistas.

Al margen de Argentina, en el que tanto el BBVA como el Santander, han optado por poner los contadores a cero, tras provisionar sus inversiones allí al 100%, Botín dejo claro la apuesta del banco por Latinoamérica. "Aunque estamos anclados en Europa, ser la primera franquicia de servicios financieros en Iberoamérica es una de las características diferenciadoras de Santander Central Hispano y, definitivamente, una de nuestras claves estratégicas", aseguró Botín. Y añadió que "con la diversificación y tamaño que tenemos en Iberoamérica es posible obtener beneficios recurrentes y crecientes y alcanzar, a medio plazo, un retorno sobre la inversión entre el 16 y 18% en dólares".

En Europa, y a falta de que se eliminen las trabas políticas (a las que en esta ocasión no hizo referencia), Botín ha decidido optar por "la banca de financiación al consumo. Para seguir creando valor en este continente, muy maduro ya en términos de bancarización".

En España el SCH cuenta con Hispamer para desarrollar este tipo de negocios. En Alemania está a punto de convertirse en la primera financiera de vehículos independiente, con una cuota del 13%, gracias a la compra de AKB, que se fusionará con CC-Bank, para la que se pidió el sábado la aprobación para ampliar el capital del SCH en hasta un máximo del 5%.

En Italia tiene con su socio Sanpaolo-Imi lel banco Finconsumo y esperan en poco tiempo contar con otra financiera de la Banca Cardine.

"Nuestro liderazgo en dos continentes nos da amplio margen para crecer y desarrollar nuevas oportunidades de negocio", subrayó Botín.

Ni el presidente del SCH ni el consejero delegado, Ángel Corcóstegui, hicieron mención en sus intervenciones a Internet y Patagon, apuesta clave un año antes.

Saludos al presidente de honor José María Amusátegui

 

 

En su primer acto como presidente único del SCH, Emilio Botín, como también lo hizo el consejero delegado, Ángel Corcóstegui, no quiso desaprovechar la ocasión para referirse al anterior copresidente del banco, José María Amusátegui, quien acudió a la junta en calidad de presidente de honor.

 

"Quiero referirme ahora a los cambios que se han producido en el consejo del banco y, en primer lugar, destacar la decisiva contribución de José María Amusátegui, como copresidente, al éxito del culminado proceso de fusión a la satisfactoria evolución del banco durante estos años", manifestó Botín. E inmediatamente hizo referencia a la también salida anticipada de Santiago Foncillas como consejero del SCH.

 

Pero esta escenificación de bunas intenciones por parte de Botín y de Amusategui quedo ensombrecida a la salida de la junta, cuando sólo Ana Patricia Botín saludó al anterior copresidente del SCH (Emilio Botín se había ido).

 

Botín finalizó su intervención en la junta de accionistas con palabras de agradecimiento para los cinco consejeros del banco que abandonaron sus sillones en enero pasado, y cuyas plazas se han amortizado, al quedar reducido el consejo a 19 miembros.

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