"No estoy dispuesto a que se utilice la junta para lanzar proclamas"
"Estoy siempre abierto a responder a los accionistas, pero no estoy dispuesto a que se utilice la junta general para lanzar proclamas". Con gesto malhumorado e inmerso casi todo el tiempo en la lectura de sus papeles, Botín se dejó el sábado superar por los acontecimientos.
Los toques de buen humor con los que José María Amusátegui consiguió el año pasado torear las intervenciones más polémicas, contrastó el sábado con el malhumor creciente de Emilio Botín, incapaz de contener los nervios ante las ya clásicas intervenciones de Rafael Pérez Escolar, ex consejero de Banesto condenado junto a Mario Conde por la gestión en el banco, y de varios de los accionistas que le respaldan (Antonio Panea, Javier Sotos y Franciso Franco Otegui).
No faltaron, por tanto, momentos de tensión. Los más calientes se produjeron cuando Botín quitó la palabra a Pérez Escolar, después de que éste alargara su turno dos minutos más de los cinco previstos inicialmente. "Usted ha terminado ya. Le he dado excesivo tiempo" (...) "Tiene la palabra el siguiente" (...), increpaba un airado Botín. "Voy a terminar", aseguraba Pérez Escolar. Y terminó, pero a micrófono cerrado. Antes de que se eliminara el sonido, le dio tiempo a pedir una acción de responsabilidad social contra todo el consejo de administración por su "desastrosa gestión en Argentina".
Otros de los once accionistas que tomaron la palabra salieron en defensa de Botín, alguno incluso con felicitaciones por su presidencia única. Entre unos y otros hicieron que el turno de intervenciones de los accionistas apenas sirviera para conocer su verdadera preocupación: "la pérdida de valor de las acciones. Sólo alguno fue al grano: "¿qué se va a hacer para crear valor para el accionista?". También hubo alguna crítica al proceso de implantación del euro y Botín reconoció algún retraso en la entrega de los talonarios.