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Andalucía

El sector del corcho pone en marcha un ambicioso plan industrial

Las empresas andaluzas dedicadas a la extracción y primera transformación del corcho han dado los primeros pasos para industrializar el proceso y fabricar tapones destinados a las bodegas vinícolas. Isocor, la asociación regional del sector que aglutina el 85% de las empresas andaluzas, ha diseñado un plan de industrialización que busca lograr 120,2 millones de euros extra de ingresos. Supondrá duplicar la facturación actual de las compañías.

Gran parte de las 55 empresas dedicadas a la extracción y primera transformación del corcho que existen en Andalucía se han puesto manos a la obra para dar el paso definitivo que las convierta en fabricantes de tapones para las bodegas vitivinícolas.

El 85% de esas empresas ha decidido unirse al proyecto de la Asociación de Industriales del Corcho del Suroeste (Isocor), una entidad que en principio nació como asociación de las empresas de la sierra de Aracena (Huelva) y que hoy tiene como principal objetivo favorecer la industrialización y profesionalización del sector en toda la comunidad autónoma.

Según un estudio elaborado por Isocor, la plena industrialización del sector provocará que se duplique la facturación actual de las empresas, establecida en 120,2 millones de euros y se alcancen los 240,4 millones de euros. Las empresas andaluzas actualmente sólo se dedican a la extracción ­la denominada saca del corcho­ y primera transformación de la materia prima extraída en planchas de corcho que posteriormente suelen vender a las principales compañías que operan en la Península ­radicadas principalmente en Cataluña, Portugal o Extremadura­ y en Francia.

Campos de alcornoques

Esta realidad contrasta con el peso relativo que tiene Andalucía dentro del sector corchero mundial. En la comunidad se concentra el 50% de la superficie de alcornocal nacional, con unas 250.000 hectáreas. A continuación se encuentra Extremadura, con el 30% de la superficie, y Cataluña con el 8,3%.

La producción andaluza supone el 62% de la española, con 41.905 toneladas.

En toda España, a su vez, se concentra el 22% de la superficie mundial de alcornocal, con 500.000 hectáreas. Es el segundo país en producción de la UE, después de Portugal y antes de Francia. En España se producen unas 85.000 toneladas de corcho anuales, lo que supone el 23% del total mundial, que asciende a 308.000 toneladas anuales

Contra estos datos choca la evidencia de que la industria transformadora se localiza principalmente en Cataluña, con cerca del 50% de las empresas que dan lugar al 63% de la producción nacional. Extremadura ocupa el segundo lugar, con el 24% de las empresas y el 18% del valor de la producción. Andalucía, con 55 empresas, cuenta con el 20% de las empresas transformadoras y sólo produce el 17% del valor de la producción de corcho.

Corregir este desequilibrio es la tarea que se ha impuesto Miguel Ángel Benítez, presidente de Isocor. Benítez calcula que el proceso de adaptación a la elaboración total del corcho requiere unas inversiones de 48,1 millones de euros.

El sector andaluz del corcho mantiene hoy 1.162 empleos directos y 199 indirectos. Según Isocor, esta cifra casi se duplicará cuando las empresas andaluzas se decidan a fabricar el producto completo. Se prevé una generación de empleo directo de 2.293 trabajadores y de 431 empleos indirectos, lo que supone un aumento de 1.131 empleos directos y de 232 indirectos.

Puerto Moral, un pueblo de alcornocales

 

 

Puerto Moral es una población de la sierra de Aracena (Huelva) de poco más de 200 habitantes.

 

En la localidad se asienta Raffercor, una pequeña empresa que hasta hace muy pocos meses se dedicaba, como las demás en esa zona, a extraer el corcho del alcornoque y convertirlo en planchas para que se las lleven los camiones de empresas catalanas, portuguesas y extremeñas, con destino a las principales fábricas de tapones de la Península.

 

Esta situación está cambiando. Poco a poco, Raffercor está introduciendo maquinaria para fabricar tapones de aglomerado de corcho con destino a vinos jóvenes que ya han suscitado el interés de algunas bodegas de La Rioja.

 

La empresa va a instalar una máquina para la fabricación de tapones naturales (enteros, no de aglomerado) que la convertirá en la primera industria del sector instalada en la sierra onubense que trata el corcho hasta convertirlo en producto acabado. Generará con ello más de 30 empleos ­actualmente tiene 10 trabajadores­, cantidad suficiente para mantener a todo el pueblo. La sierra onubense depende casi exclusivamente de la agricultura y el turismo.

 

 

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