Corcho del País potencia la presencia en el mercado francés
La empresa riojana Corcho del País ha destinado 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros) a la construcción de una nueva planta en Cassá de la Selva (Girona), que se dedicará a la fabricación de los denominados tapones técnicos 1+1, caracterizados por su alta fiabilidad en la conservación de vinos de aguja y tranquilos.
Las nuevas instalaciones, que han supuesto la creación de siete empleos, culminan un plan de inversiones que ha supuesto un desembolso de 650 millones de pesetas (3,9 millones de euros) en los últimos cinco años. Esta dotación ha hecho posible la instalación de un autoclave para esterilizar las plantas de corcho a una temperatura de 120 grados, garantizando la eliminación de gustos y olores que los tapones pudieran prestar a los vinos embotellados. La seguridad en la esterilización, lograda tras la investigación realizada en los últimos tres años por la empresa, resulta equiparable a la aplicada al material quirúrgico, según la compañía.
El gerente de la empresa, Eduardo Garzón, señala que "la nueva planta permitirá disponer de un tipo de tapones que están siendo crecientemente demandados por las bodegas. Un porcentaje de la producción será destinado a la exportación a Francia, para reforzar la penetración en este mercado".
Corcho del País ha obtenido la certificación ISO 9002, expedida por LGAI. Esta acreditación garantiza la calidad en todos los procesos que afectan a la elaboración de los tapones, desde la recogida de la corteza en el monte a la botella. La empresa se ha inscrito también en el programa de auditorías certificado por la consultora especializada Bureau Veritas, que garantiza el cumplimiento de buenas prácticas en la producción.
Las bodegas riojanas utilizaron el año pasado 500 millones de tapones de corcho, lo que supuso un desembolso de 9.000 millones de pesetas (54,1 millones de euros). La industria nacional es deficitaria en producción, lo que obligó a un gasto de 1.000 millones de pesetas en las importaciones registradas en 1999. Con su nueva planta, Corcho del País pretende aprovechar un mercado claramente al alza, especialmente en el segmento de alta calidad.
La empresa riojana, creada en 1987, prevé cerrar este año con unas ventas de 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros), frente a los 1.100 millones de pesetas ( 6,6 millones de euros) de 2000 y los 850 millones de pesetas (5,1 millones de euros) obtenidos en 1999.