El FMI llama la atención a Brasil para que mantenga la disciplina fiscal y monetaria
Los analistas coinciden en que Brasil cuenta con fundamentos económicos suficientemente sólidos como para eludir los coletazos de la crisis argentina y aprovechar la senda de recuperación económica mundial que se prevé para la próxima primavera. Pero los riesgos para la economía carioca todavía persisten. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió la semana pasada al Gobierno brasileño que debe hacer todo lo posible por mantener la disciplina fiscal y monetaria.
El Gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso ha sido incapaz de cumplir con los objetivos pactados con el FMI. El ministerio de Hacienda reconoció el viernes que el ejercicio 2001 se cerró con un crecimiento del 2,25%, la mitad del objetivo marcado, y la inflación fue del 7,67%, 1,6 puntos más que el fijado por el Banco Central de Brasil.
El gran reto para el gigante suramericano es que las elecciones de octubre no frenen reformas como la restricción del gasto público, la diversificación de las fuentes de suministro energético y el lacerante problema del paro. ¢El desempleo es el reto nacional en Brasil¢, afirma Joaquim Oliveira, economista de la OCDE.
Desempleo
Este analista señala que las cifras oficiales de paro son del 8,9%, pero las estadísticas de mercado laboral barajadas por los sindicatos indican que la tasa real es de casi el doble. Por otro lado, la economía sumergida o irregular representa el 25% del PIB.
El otro reto de Brasil es la estabilidad política. El que se esperaba fuera el año triunfal de Cardoso terminó marcado por escándalos de corrupción que culminaron con la dimisión en mayo del presidente del Senado, Antonio Carlos Magalahaes.
Las elecciones han acelerado la desintegración del gabinete de Gobierno. Hasta la fecha han dimitido seis ministros. Con todo, los expertos creen que Brasil tiene las de ganar, si sabe jugar bien sus cartas. El negativo entorno internacional y la amenaza inflacionista han obligado al Banco Central a llevar una dura política monetaria, con tipos al 19%.