'España es clave en el paisaje bursátil de Europa'
Tiene 56 años, está casado, con tres hijos. Ex alumno de la prestigiosa Escuela Nacional de Administración francesa, donde se forma la élite de la burocracia, este antiguo director del Tesoro ha conseguido crear en menos de dos años la primera, y por el momento única, plataforma bursátil paneuropea
En persona Jean-François Théodore es seco, aunque educado. Mide cada palabra que pronuncia consciente de que ha adquirido una trascendencia en el mundillo bursátil que no tenía hace algunos años. Se sabe el vencedor en el proceso de concentración de los mercados de valores que se desarrolla en Europa, pero no quiere reconocerlo públicamente, bien por humildad bien porque no hace falta recordarlo. Su pragmatismo ha sido más eficaz que los aires de grandeza de los presidentes de las Bolsas de Francfort y Londres, cuyo publicitado proyecto de fusión, iX, duerme el sueño de los justos. Théodore repite como una letanía que el secreto de su éxito reside en una visión de los mercados que trasciende las fronteras, pero que al mismo tiempo preserva las particularidades locales. Esta extraña mezcla le ha permitido unir entidades con 500 años de historia en solitario como las Bolsas de París, Amsterdam y Bruselas. Además, se ha hecho con Liffe, el mercado de derivados británico, ante la estupefacción de la City londinense, y ha convencido a la Bolsa de Lisboa para que se una a su proyecto.
Pregunta. Hace dos años casi nadie creía en Euronext. Todo el mundo apostaba porque Londres y Francfort, con su proyecto iX, liderarían el proceso de concentración en Europa. Sin embargo, Euronext es la primera y, por el momento, única Bolsa paneuropea. ¿Qué ha cambiado en este tiempo para que Euronext esté a la cabeza?
Respuesta. Simplemente ha quedado demostrado que el concepto de integración de Euronext era el bueno. Nuestra idea se basa en comprender las necesidades de las compañías y hacer de intermediario respetando la jurisdicción de cada país. No se puede sacar a una empresa de su mercado natural y llevarla a otro país a cotizar, concepto por el que apostaba iX. La visión de Euronext es la de una Bolsa paneuropea que busca una estrecha colaboración entre sus miembros, pero que mantiene los sistemas de intermediación locales, creando economías de escala a través de la integración de aquello que puede ser unificado, es decir, las herramientas tecnológicas y los sistemas de cotización, liquidación y compensación.
P. La actividad de la compañía que usted preside transcurre a un ritmo vertiginoso. A la fusión inicial de las Bolsas de París, Bruselas y Amsterdam han añadido la compra de Liffe, la fusión con Lisboa y la salida a Bolsa. ¿Cuál será el siguiente paso de Euronext?
R. A partir de ahora debemos centrarnos en optimizar la integración de los mercados que componen Euronext. Tenemos que avanzar en el perfeccionamiento de todos nuestros segmentos de negocio. En el caso particular de Liffe, tienen que empezar a aflorar las sinergias entre ambas compañías para ser más competitivos. En definitiva, debemos demostrar que nuestro sistema es óptimo y que funciona sin problemas para seguir atrayendo inversores y socios al mismo.
P. Hablando de Liffe, ¿cómo explica que los británicos aceptasen la oferta de Euronext a pesar de que había propuestas económicamente mejores?
R. La combinación de Liffe y Euronext asegura a ambos mercados la masa crítica necesaria en productos derivados para poder competir de tú a tú con el gigante Eurex. Pero asegurar a Liffe una competencia de iguales con este mercado no fue la única razón de nuestro éxito. Al dar acceso a los miembros del mercado londinense a los productos comercializados por Euronext les estábamos ofreciendo ventajas lo suficientemente tangibles como para que no pudieran rechazar nuestra oferta.
P. Parece claro que Euronext y la Deutsche Börse lideran el proceso de integración de los mercados de capitales en Europa. ¿Ganará esta particular partida aquel que pueda contar en su proyecto con la Bolsa de Londres, debilitada tras la pérdida de Liffe?
R. Creo que la Bolsa de Londres es lo suficientemente fuerte por sí misma. La prensa, especialmente la británica, es muy crítica con este mercado, pero, en mi opinión, una plaza con su capitalización, la mayor de Europa en estos momentos, y con su liquidez y su capacidad para atraer nuevas compañías no debe ser infravalorada. La Bolsa de Londres reúne la suficiente fortaleza para poder ser por sí misma un actor importante en el proceso de integración.
P. ¿Descarta entonces una fusión con Londres?
R. Euronext ha estado y está abierto a todos aquellos mercados que estén interesados en unirse a su proyecto. De todas formas, como usted ha dicho anteriormente, las cosas están yendo demasiado deprisa, por lo que ahora nuestra prioridad es integrar y asimilar la Bolsa de Lisboa y el mercado de derivados británico, que se han unido recientemente a Euronext.
P. Desde su creación, Euronext siempre ha pedido a Madrid que se uniese a su proyecto. ¿Por qué están tan interesados en contar con el mercado español?
R. Porque es un mercado muy eficiente, dinámico y que será clave en el futuro paisaje bursátil que se está dibujando en Europa.
P. Sin embargo, Madrid siempre ha rechazado estas invitaciones. ¿Podría tener Euronext las cosas más fáciles ahora que los mercados financieros españoles se han fusionado en una sola sociedad?
R. Puede. Pero no me gusta opinar sobre la forma en la que se organiza el mercado español.
P. Los mercados financieros españoles han adoptado un modelo vertical para su integración. ¿Puede ser esto un obstáculo difícil de salvar en caso de una posible fusión, dada la organización horizontal de Euronext?
R. Todas las compañías que ahora integran Euronext tenían un modelo vertical antes de formar parte de este proyecto. La integración vertical de los mercados es el modelo más natural y eficaz a escala nacional, pero luego, a nivel europeo es un sistema más difícil de aplicar, ya que aparecen multitud de problemas técnicos. Cuesta mucho obtener sinergias entre Bolsas de distintos países con un modelo de integración totalmente vertical. De lo que se trata es de crear economías de escala. Con una organización vertical, por ejemplo, es demasiado complejo amortizar los costes de los servicios de compensación y liquidación. Pero, volviendo al tema de España, insisto en que casi todos nuestros socios funcionaban con una estructura vertical, que han dejado a un lado para formar parte de Euronext.
P. Usted ha declarado en varias ocasiones que uno de sus sueños profesionales es la creación de la Bolsa única europea. ¿De verdad cree que alguna vez habrá en Europa un solo mercado de capitales?
R. El paisaje de cómo será en un futuro el mercado bursátil en Europa es todavía difícil de predecir, pero lo que sí está claro es que el proceso de concentración es inevitable. Sólo ganando tamaño se pueden reducir las tarifas y costear los programas informáticos demandados por las principales instituciones financieras a nivel global. Todo este proceso se traducirá en enormes beneficios para nuestros clientes, usuarios y accionistas. Sin embargo, cuando yo hablo de la concentración de los mercados en Europa no me refiero a la creación de un monopolio. No creo en ellos, soy partidarios de fomentar la competencia. A lo que yo me refiero es que sería bueno reducir el número de Bolsas hasta que sólo quedasen tres o cuatro grandes plazas en toda Europa, tal y como ocurre ahora en EE UU. En este sentido, cuando miro cómo era el mapa bursátil en Europa hace 10 años y cómo es ahora sí que creo que el número de mercados será mucho menor de aquí a unos años.
P. ¿Por qué las Bolsas han pasado en tan poco tiempo de hablar de alianzas a fusionarse y lanzarse opas entre ellas?
R. La verdad es que es una gran paradoja. La concentración de los mercados habría sido más fácil hace unos años, cuando las Bolsas no eran compañías con ánimo de lucro. Se podían haber unido, como hicieron los controladores aéreos, en una agencia paneuropea, pero no fue posible.
P. Algunos analistas piensan que la integración de los mercados de capitales en Europa se ha precipitado, ya que habría sido más prudente esperar a que hubiese un mercado financiero único en Europa a nivel legislativo, fiscal y de supervisión. ¿Qué opina?
R. La introducción del euro ha facilitado mucho la consolidación de los mercados en Europa, sobre todo desde comienzos de este año con su entrada en circulación como moneda física. Para los inversores, nuestro continente aparece en su conjunto como una única zona de inversión. Sin embargo, sí es cierto que la concentración entre los mercados europeos avanza muy despacio por las trabas domésticas a nivel regulatorio y fiscal, que todavía no se han armonizado entre los países miembros de la Unión Europea. En este sentido, una de las principales fuerzas de Euronext reside en fusionar mercados mientras deja intactos los controles domésticos.
P. ¿Cree que los sentimientos nacionalistas de algunos Gobiernos también han influido para que la integración de los mercados de capitales en Europa transcurra a un ritmo más lento del que le corresponde?
R. Las Bolsas que deseen fusionarse lo primero que tienen que hacer es convencer a sus clientes y accionistas de los beneficios de esa combinación. La unión entre Liffe y Euronext es el ejemplo perfecto de cómo no hay recelos nacionalistas cuando el modelo es bueno para todos.
P. Aparte del número de mercados, otra de las diferencias entre EE UU y Europa son las tarifas, mucho más baratas al otro lado del Atlántico. ¿Qué pueden hacer los mercados europeos para reducir las comisiones que cobran a sus clientes?
R. Con demasiada frecuencia se piensa que los mercados estadounidenses son mucho más eficaces de lo que son en realidad. Se habla de que las comisiones de los servicios de compensación y liquidación son 10 veces más baratas. Sin embargo, hay informes que hablan de una diferencia de 2 a 1 a favor de EE UU, provocada sobre todo por la insuficiente integración de los mercados europeos. Creo que lo que necesitamos para bajar las tarifas es una mayor consolidación de las cámaras de compensación y liquidación europeas, con economías de escala que utilicen las mismas herramientas técnicas y una regulación más unificada. No obstante, no estoy hablando de crear un monopolio como el que puede haber en EE UU.
P. ¿Cree que es justo que una Bolsa obligue a sus clientes a liquidar las operaciones que realizan con su cámara de compensación, como hace la Deutsche Börse con Clearstream?
R. Lo más justo es dar a los usuarios libertad para elegir dónde y con quién quieren operar. Por este motivo, en Euronext no somos partidarios de una integración vertical completa de los mercados de capitales.
P. Más de 1.800 compañías cotizan en Euronext. En un mercado con tantos grandes valores, ¿qué puede hacer ustedes para asegurar a las empresas de pequeña y mediana capitalización oportunidades para captar la atención de los inversores?
R. Euronext, al ser ella misma una compañía de mediana capitalización, está realmente sensibilizada con este tipo de valores e intenta proporcionarles un mayor grado de visibilidad en el mercado. La creación de segmentos como NextEconomy y NextPrime, surgidos a principios de 2002, responde, por un lado, a la necesidad de los inversores por tener información financiera regular y detallada de las compañías cotizadas, y por otro, al deseo, expresado por las compañías de pequeña y mediana capitalización de mejorar su exposición a los potenciales inversores. Euronext ofrece a las compañías que cotizan en nuestro mercado la posibilidad de integrarse en estos dos segmentos, el NextEconomy para las empresas con actividades relacionadas con la nueva economía y el NextPrime para los valores ligados a los sectores económicos tradicionales.
P. Euronext ha creado sus propios indicadores. Sin embargo, cada mercado miembro conserva sus índices nacionales (Caq, Aex, etc.) ¿Por qué?
R. Los grandes inversores a nivel mundial demandan la existencia de índices globales para utilizarlos como referencia, y por eso los hemos creado, pero la visión de Euronext también pasa por preservar lo local. Forma parte de nuestro lema: piensa global, actúa local.
Pregunta. ¿Por qué un mercado de valores necesita salir a Bolsa?
Respuesta. Un mercado de valores es una compañía como otra cualquiera. Esto quiere decir que su principal objetivo es crear valor para sus accionistas. En este sentido, la salida a Bolsa de Euronext el pasado mes de julio ha jugado un papel muy importante para facilitar nuestro desarrollo externo.
P. ¿No cree que cuando una Bolsa como Euronext cotiza es mucho más difícil bajar las tarifas que cobra a sus usuarios porque el mercado siempre demanda un continuo aumento de los beneficios?
R. No veo ninguna contradicción en este punto. Le repito que un mercado de valores funciona igual que cualquier otra compañía, persiguiendo las maximización de los beneficios mediante la gestión de los servicios que le demandan sus clientes. La clave del negocio está en lograr la mayor eficiencia posible porque es lo que permite ofrecer tarifas competitivas, atraer más inversores y ganar cuota de mercado.
P. ¿Qué balance hace de los primeros siete meses de cotización de Euronext?
R. Creo que el precio actual de las acciones no refleja el potencial de crecimiento de nuestra compañía. Durante este tiempo han pesado más entre los inversores las dudas sobre el éxito del proceso de integración de los mercados que el modelo de negocio de Euronext. Además, la comunidad inversora tiene una visión bastante distorsionada de nosotros al considerar que dependemos casi por completo del cobro de comisiones por la compraventa de acciones, cuando en realidad nuestras actividades son mucho más amplias y abarcan el negocio de derivados, las actividades de compensación, liquidación y custodia, así como los servicios de información y las herramientas informáticas.
P. ¿Qué debe hacer entonces su compañía para eliminar del mercado esta imagen errónea?
R. Debemos poner de nuestra parte para que los inversores nos conozcan mejor. Sinceramente creo que 2002 será un buen año porque una vez que hemos implantado satisfactoriamente nuestro sistema de interconexión, el NSC, habrá una migración de las actividades de intermediación a las de compensación y liquidación.