La CMT ultima la reforma para desbloquear la apertura del bucle local
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) cerrará antes de primavera la reforma de la oferta de acceso al bucle de abonado con la intención de desbloquear el proceso de apertura del último tramo de la red de Telefónica. Tras un año de liberalización, las cifras hablan por sí solas: hay 22 líneas abiertas. La culpa se divide a partes iguales entre la regulación, el escaso interés de los nuevos operadores en entrar en este segmento y la reticencia de Telefónica a la apertura.
Hoy termina el plazo que la CMT ha dado a los operadores para presentar alegaciones a su propuesta de modificación de la oferta de acceso al bucle de abonado (OBA), el manual que dice cómo, con qué condiciones y a qué precios debe Telefónica abrir a la competencia el último tramo de su red, aquel que da acceso directo a los usuarios de telefonía fija. Y la intención del regulador es que la nueva norma sirva para desbloquear un proceso que avanza con cuentagotas.
La apertura del bucle local es un hecho sobre el papel desde el 1 de enero de 2001. Más de un año después, los resultados son poco esperanzadores. Telefónica asegura que a finales de este mes habrá habilitado para la competencia la práctica totalidad de las centrales que está obligada a abrir. En estos momentos, ya están a disposición de los nuevos operadores 62 centrales, que dan acceso a 1,5 millones de líneas de abonado. Sin embargo, sólo 22 de estas redes están siendo gestionadas por compañías distintas al ex monopolio, en concreto, por Comunitel y Jazztel.
Durante todo el año se han producido acusaciones cruzadas entre Telefónica y sus rivales sobre las razones de este bloqueo. Las nuevas operadoras acusan al ex monopolio de frenarlo, mientras que éste culpa a la regulación, a la complejidad del proceso y al escaso interés de sus competidoras de entrar en un segmento poco rentable y que requiere costosas inversiones.
Fuentes de Telefónica aseguran que la apertura del bucle no ha sido tal fracaso, sino que se habían puesto demasiadas expectativas en un proceso que es lento y complejo, como lo demuestran los resultados de otros países europeos. Otras fuentes señalan que un problema añadido es que la liberalización se ha producido en un año muy malo para el sector, con los accionistas nada dispuestos a poner dinero en proyectos sin rentabilidad inmediata. De hecho, de los 19 operadores que comenzaron el juego, sólo quedan siete, y de las más de 900 centrales solicitadas por estas compañías, sólo se han confirmado 120.
Retevisión, sin embargo, carga las tintas contra Telefónica y asegura que ella ha pedido 79 centrales, pero sólo se han habilitado 25 y no se le ha entregado ninguna línea.
Lo cierto es que el proceso ha estado en todo momento muy vigilado por la CMT, que ha intervenido en dos ocasiones. En la primera bajó los precios y en la segunda clarificó un proceso técnico. Y ninguna de ellas ha tenido demasiada repercusión.
Con este panorama, fuentes del sector aseguran que la CMT introducirá en la nueva norma las variaciones que ha hecho a lo largo del año y aclarará los problemas técnicos que han surgido, causados o no por Telefónica. También incidirá en los precios, aunque estas fuentes creen que no los tocará en exceso por varias causas. En primer lugar, porque ya está prevista una rebaja de 2.163 a 2.100 pesetas del precio de alquiler de bucle; también, porque ya bajó tarifas en verano con escaso éxito, y, por último, porque el objetivo de la apertura es acelerar la competencia, pero sin desincentivar la construcción de redes alternativas. Unas tarifas demasiado bajas penalizan a los operadores que invierten en redes propias.
Los defensores del mantenimiento de los precios señalan a Holanda como ejemplo, un país en el que alquilar el bucle del ex monopolio sólo será posible por un tiempo limitado y que sube los precios cada año.
Telefónica recurre ante la Audiencia
La CMT ha desestimado la parte fundamental del recurso que interpuso Telefónica contra los nuevos precios de interconexión, aprobados en agosto por el regulador, y que suponen una rebaja que oscila entre el 22% y el 30% de las tarifas que los nuevos operadores pagan al ex monopolio por utilizar su red. Después de este revés, el próximo paso de la operadora será recurrir ante la Audiencia Nacional, según confirmaron ayer fuentes de la operadora, para intentar variar unos precios que considera 'abusivos y por debajo de costes'.
La CMT modificó de forma sustancial los precios de interconexión en agosto, después de mantenerlos congelados durante años, y aceptó muchas de las demandas de los competidores de Telefónica. æpermil;stos recibieron con euforia la nueva normativa, que cayó como un jarro de agua fría en el ex monopolio.
Pero ésta no es la única mala noticia que recibió ayer Telefónica. La CMT ha abierto un expediente sancionador contra el ex monopolio por incumplir una resolución del regulador referida a un conflicto de interconexión con Colt. A juicio de la comisión, Telefónica 'es la presunta responsable directa de una infracción administrativa de carácter muy grave'.