Duisenberg prevé dejar la presidencia del BCE el 9 de julio de 2003
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, ha anunciado que abandonará su puesto el 9 de julio de 2003, día en que cumplirá 68 años, según ha indicado esta institución en un comunicado.
El holandés comunicó ayer su decisión al presidente del Gobierno español y actual presidente del Consejo Europeo, José María Aznar, al ministro español de Economía y presidente de turno del ECOFIN, Rodrigo Rato, así como a otros dirigentes del BCE. Duisenberg ha subrayado que "su decisión debe comprenderse en el contexto de su declaración pronunciada durante el consejo europeo del 2 y 3 de mayo de 1998, según la cual, dada su edad, no desea cumplir toda la duración de su mandato de ocho años" al frente del BCE, y que comenzó el 1 de junio de 1998.
En rueda de prensa, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, dijo respecto al anuncio de Duisenberg que "es un hombre que mantiene su palabra" y que está convencido de que "cumplirá su papel hasta el año 2003", ya que "ha sido un muy buen presidente del Banco Central Europeo". Prodi no se pronunció en cuanto al posible sucesor del holandés, que ya dijo en 1998 que no permanecería en el cargo más allá de 2002, año de introducción del euro, debido a su edad.
Duisenberg accedió al cargo el 1 de junio de 1998, superando las reticencias de Francia, que hubiera deseado que un francés estuviera al frente de las finanzas de la zona euro.
Las relaciones entre Duisenberg y Chirac nunca han sido muy buenas, después de que éste se opusiera a su nombramiento en las negociaciones que precedieron a la apertura del BCE con el entonces canciller alemán Helmut Kohl.
Las constantes presiones sobre Duisenberg para que aclarara cuándo dejaría su cargo han dificultado, en opinión de algunos expertos, su labor al frente del BCE.
Candidatos para una controvertida sucesión
Desde hace meses fluyen las especulaciones sobre quién será el sucesor de Duisenberg, destacándose el nombre del gobernador del Banco de Francia, Jean Claude-Trichet.
En 1998, cuando Duisenberg fue nombrado presidente del BCE, según París, el banquero holandés prometió dejar el puesto antes de concluir su mandato a Trichet.
Sin embargo, el presidente del BCE siempre se había distanciado de ese acuerdo tácito.
Duisenberg reiteró en diciembre del 2001 que permanecería al frente del instituto otros 12 meses y comunicó a Bruselas y a los jefes de Estado de la zona euro que no agotaría los ocho años de su mandato debido a su edad.
Además, el vicepresidente del BCE, el francés Christian Noyer, concluye su mandato el 31 de mayo de este año.
Según informó la prensa alemana, Francia renunciaría a que la vicepresidencia del BCE fuera ocupada por un francés para poder acceder al puesto que deja libre Duisenberg en el 2003.
Tanto el presidente de Francia, Jacques Chirac, como el primer ministro, Lionel Jospin, prefieren que a Noyer no lo sustituya otro francés, aseguró el diario germano "Handelsblatt".
Se considera inviable que tanto la presidencia como la vicepresidencia del banco europeo, que cuenta con 1.100 empleados, estén a cargo de dos franceses.
Sin embargo, las investigaciones llevadas a cabo por la justicia francesa sobre la responsabilidad de Trichet en las actividades financieras del banco Credit Lyonnais en los noventa pueden impedir su acceso al cargo.
En diciembre del año pasado, Duisenberg solicitó a los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios que elijan "tan pronto como sea posible" al sucesor de Noyer.
Otros nombres que se han barajado como candidatos para ocupar la vicepresidencia ha sido Guy Quaden, presidente del banco central de Bélgica, Yves Mersch, del banco central de Luxemburgo, y Klaus Liebscher, del de Austria.
El BCE trata en la reunión de hoy la dimisión de Duisenberg como presidente
El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) trata en la reunión quincenal que mantiene hoy en Maastricht (Holanda) la dimisión de Wim Duisenberg como presidente del banco el 9 de julio de 2003.
Además, en este encuentro el máximo órgano ejecutivo del BCE tiene previsto abordar la política monetaria de la zona euro sin que se esperen cambios en los tipos de interés, ahora en el 3,25%.
En su último boletín mensual, la entidad consideró que las tasas son actualmente adecuadas para garantizar la estabilidad de precios a medio plazo y que el elevado crecimiento de la masa monetaria no es ningún riesgo inflacionista.
Según datos provisionales, la inflación de la zona ha subido en enero cuatro décimas, hasta el 2,5%, mientras los expertos consideran que este aumento será provisional y que la inflación bajará por debajo del 2% a lo largo del año, pero un descenso de los tipos ahora tendría efectos inflacionistas.