Contagio es el término de moda
Las Bolsas del mundo viven momentos de gran incertidumbre pese a los esfuerzos de los agitadores más famosos en proclamar a los cuatro vientos que Estados Unidos ya ha salido de la recesión. Una cosa es, sin embargo, las proclamas y otra, la realidad. Los mejores analistas consideran que no hay datos suficientes que hagan pensar que, en efecto, lo peor de la recesión ya ha pasado.
A medida que pasa el tiempo, es más, el entorno extrabursátil se complica. Contagio es ahora el término de moda al abarcar dos frentes amplios, de control muy difícil. Los medios de comunicación de Estados Unidos recalcan desde la semana pasada que el caso Enron puede contagiar a otro importante número de compañías cotizadas en las Bolsas estadounidenses.
Todo indica que los excesos en la contabilidad creativa de las compañías de Wall Street y del Nasdaq han sido importantes. El caso de Enron sigue en primera fila y poco a poco va calando en el ánimo de los inversores. Ya a mediados de la semana pasada se produjeron ventas masivas por los rumores de que grandes compañías estaban inmersas en el mismo proceso.
Contagio en el caso español, además, por partida doble. El mercado nacional lidia dos morlacos al mismo tiempo, porque a la incertidumbre que emana de la evolución de los mercados extranjeros se une la ya conocida, y a duras penas soportada, de Argentina. Analistas de prestigio han señalado en las últimas horas que el caso de Argetina no puede ser analizado de manera aislada. De la solución que se adopte y del éxito de la misma depende, dicen, el contagio o no al resto de los países de la zona. Todas las miradas convergen ahora en Brasil.
Operadores, inversores, expertos y analistas rezan por que el contagio no exista. Sería catastrófico para el mercado nacional. Mejor no pensarlo.