Un mercado financiero para la Unión Europea
El Parlamento Europeo y la Comisión Europea deben enterrar esta semana sus diferencias si la UE quiere mantener la esperanza de crear un mercado único de servicios financieros antes de 2005 (...). Un compromiso sensato reviviría el procedimiento Lamfalussy para agilizar la legislación (...).
Si la UE quiere lograr su objetivo de un mercado de servicios financieros competitivo y ágilmente regulado, debe resolver tres cuestiones. Primero, la velocidad no debe ser a costa de una consulta adecuada (...). Segundo, la Comisión, los europarlamentarios y los Gobiernos deben buscar el equilibrio entre un sistema regulador basado en la aplicación de normas fijas y un modelo más flexible de evaluación de riesgos (...). Tercero, los Gobiernos no deben utilizar los derechos del consumidor como pretexto para el proteccionismo, o el colapso de Enron como excusa para una regulación pesada.
El mercado único de servicios financieros es un test de la credibilidad política y económica de la UE. No se debe tolerar que los grupos de presión nacionales y las rivalidades institucionales obstruyan el proceso.