Los beneficios de MCC cayeron por segundo ejercicio consecutivo por la crisis mundial
A Jesús Catania, en su primera comparecencia pública como presidente de Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), le tocó anunciar un recorte de beneficios en 2001 por segundo año consecutivo (en 2000 ganó 405 millones, un 12% menos), una situación desconocida en el grupo desde hace más de un lustro y provocada por la crisis mundial. Sin especificar los resultados, porque Eroski cerró ayer su balance, Catania sí adelantó que las ventas de los grupos industrial y de distribución en 2001 sumaron 8.028 millones, un 13,6% más. La plantilla se situó en 60.000 empleados, la mitad de los cuales trabajan fuera de Euskadi y Navarra, sus zonas tradicionales.
Además, el 51% de la facturación del grupo industrial llega ya de las fábricas en el extranjero. Para 2002, MCC prevé un crecimiento del negocio consolidado del 10%, apoyado sobre todo en Eroski, porque el área fabril aportará una subida inferior al 5%. Catania no cree que el actual 'retraimiento' sea peor que las crisis cíclicas de las tres décadas anteriores, aunque espera que sus efectos más negativos se noten en este primer semestre, para iniciar la recuperación en la segunda mitad del año y consolidarla en 2003.
Inversiones
De todas formas, MCC mantiene su plan de inversiones de 3.305 millones hasta 2004, con la creación de 16.000 empleos, aunque desde la sede de Mondragón se pide prudencia a las cooperativas. La estrategia de internacionalización se aligera al mínimo, puesto que MCC, que ahora tiene 34 fábricas en el extranjero, consolidará unos 55 centros para 2004, frente a los 59 previstos.
Con relación a los mercados emergentes, Rusia será el destino prioritario, sobre todo en el sector de muebles del hogar y electrodomésticos, seguido de Europa del Este, China e India. En Latinoamérica mantendrá su apuesta por Brasil, uno de los países donde más ha invertido, con siete fábricas, mientras que estará a la expectativa de la evolución de la crisis de Argentina. De momento sigue allí con cuatro centros, tres dedicados a automoción y sólo uno a electrodomésticos, tras cerrar otro.
En mercados como Francia y Alemania, sus principales clientes exteriores, consolidará su presencia. En España no crecerá con la compra de fábricas, sino con la adquisición de marcas. Sobre la integración de más cooperativas, la guipuzcoana Ulma pudiera decidirse este mes, mientras que Matrici prepara su encaje en Batz para crear en Europa el líder en matricería de automoción. Por negocios, MCC intensificará sus esfuerzos en eólica, telecos y aeronáutica.