BBVA opta por presentar un resultado conservador, con un aumento del 5,9%
El presidente del BBVA, Francisco González, ha optado por presentar unos resultados en 2001 mucho más conservadores de lo previsto, con una política muy estricta de saneamiento, que ha dejado el avance del beneficio atribuido en el 5,9%, muy por debajo de las previsiones iniciales y del 10% de aumento en el Santander Central Hispano. González inicia así la nueva etapa del banco con mayor potencial de crecimiento y confía en 'el éxito' de un 'excelente' equipo de gestión 'sin ataduras'. El banco espera aumentar el beneficio un 10% 'como mínimo' este año, gracias a un dinamismo creciente de la red comercial y a un nuevo enfoque organizativo, con una estructura más simple y pegada al negocio.
El BBVA ha optado por cerrar 2001, el año en el que ha cambiado el equipo de gestión y ha culminado la integración, con unos resultados mucho más conservadores de lo previsto. Trata de asentar así la base de crecimientos más potentes en el futuro, una vez absorbido el impacto argentino y con toda la maquinaria puesta en marcha para ganar cuota de mercado en España y aprovechar el potencial de su red comercial, sin el lastre de la integración.
Aumenta, por tanto, 'la potencia de tiro' del banco, en palabras de su nuevo consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri. Y lo hace precisamente cuando la entidad 'inicia una nueva etapa con un equipo de gestión libre de ataduras' que, a juicio del presidente, Francisco González, 'es nuestra principal fortaleza y garantía de éxito'.
Los nuevos responsables, que han hablado en muchas ocasiones de continuidad, hicieron ayer mucho hincapié en la transformación tanto interna como externa del banco. Presentaron un beneficio atribuido de 2.363 millones de euros (393.170 millones de pesetas), con un aumento del 5,9%, muy por debajo del 16% previsto en octubre y del 24% inicial.
Además, anunciaron un aumento del beneficio por acción para este año 'como mínimo' del 10%. Este 10% será también el porcentaje de incremento del beneficio neto si, como parece, no hay ampliación de capital. Al contrario, el SCH hizo una previsión de aumento del 10% del beneficio neto, pero que se quedará en un 6% más de beneficio por acción cuando se haga efectiva la ampliación de capital.
Latinoamérica aportó el 19% del resultado, porcentaje que aumentará hasta el 24% en 2002. Sin los saneamientos extraordinarios por Argentina, habría ganado en la región 972 millones de euros, por encima de los 850 millones de euros previstos.
Con la prioridad de reforzar la solvencia, BBVA realizó en 2001 una estricta política de saneamientos, que le ha llevado a dotar un total de 3.511 millones de euros (584.181 millones de pesetas) en distintas provisiones y amortizaciones, un 69% más que en 2000.
La crisis argentina ha tenido un coste total de 1.889 millones de euros (314.303 millones de pesetas), tanto por los saneamientos efectuados en sus inversiones directas como en las indirectas (a través de la reducción de la aportación de las compañías industriales por puesta en equivalencia). De esta cifra, 1.354 millones de euros (223.789 millones de pesetas) van contra resultados. Después de impuestos y minoritarios el efecto en el beneficio atribuido es de 743 millones de euros. Con estos saneamientos, más generosos que los realizados por el Santander Central Hispano, el ratio BIS se situó en el 12,6%.
5,1% en Telefónica
Francisco González subrayó ayer que el banco ha hecho frente al efecto de Argentina con ingresos recurrentes, sin necesidad de materializar plusvalías. De hecho, pese a los problemas en aquel país, el banco hizo en 2001 menos plusvalías que en 2000. En concreto, 1.206 millones de euros frente a 1.614 millones de euros, un 25% menos. Casi un tercio de las mismas se consiguieron con la venta en el último trimestre del año del 1,1% de su participación en Telefónica, con lo que su posición en la operadora se sitúa en el 5,1%, según distintos analistas.
González respaldó ayer la gestión de César Alierta como presidente de Telefónica y no dio crédito a las informaciones que llevaron a la Fiscalía Anticorrupción a abrir diligencias para comprobar si Alierta usó información privilegiada en Tabacalera en 1997 para beneficiar a su sobrino. 'Mientras no tengamos evidencias reales de que el presidente de una compañía privatizada ha hecho algo moralmente censurable, no tenemos por qué cambiar nuestra opinión'.
En principio, el grupo no tiene intención de variar de forma significativa sus participaciones industriales, donde acumula unas plusvalías latentes de 2.500 millones de euros (416.000 millones de pesetas).
Con las provisiones realizadas, algo más generosas que las del SCH, cubre al 100% sus inversiones en Argentina, tanto el 68,3% del valor en libros del Banco Francés, como la gestora del fondo de pensiones Consolidar, como los fondos de comercio y la deuda subordinada.
Aunque no fueron tan expeditivos como el presidente del SCH, Emilio Botín, respecto a sus intenciones en Argentina, los responsables de BBVA insistieron en la necesidad de que el Gobierno argentino llegue a un acuerdo con el FMI para que el país salga de la crisis. 'Siempre estaremos disponibles para soluciones realistas, equilibradas y ortodoxas', aunque también supeditó su permanencia en el país a 'la rentabilidad de sus inversiones'. No obstante, el presidente prefirió no ponerse en un escenario en el que haya que plantear su abandono.
De los resultados presentados destacó los altos niveles de recurrencia, eficiencia, solvencia patrimonial y rentabilidad. De hecho, todos los márgenes crecieron el 20% o por encima del 20%.
El negocio mostró un creciente dinamismo en España, reflejado tanto en la recuperación de la inversión crediticia como en la captación de recursos, donde se piensa ganar 0,3 puntos de cuota.
González insistió en que el banco 'no tiene una visión anoréxica' del negocio, lo que le llevará a desarrollar nuevos modelos de banca al por menor, a impulsar comercialmente Bancomer, y a abrir otras 115 oficinas (cerrará 350).