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Ipse frena su salida al mercado y esperará a que haya UMTS para operar en Italia

Ya es oficial. Ipse no saldrá al mercado de forma inminente y esperará a que la tecnología UMTS sea una realidad para operar a pleno rendimiento. Los socios del consorcio adjudicatario de una licencia de telefonía móvil de tercera generación en Italia, entre los que Telefónica Móviles tiene la mayor participación minoritaria, acordaron ayer regresar al proyecto inicial y diseñar la sociedad para lo que inicialmente estaba previsto, dar servicios de UMTS y salir al mercado cuando éstos existan.

Hasta entonces, la actividad de Ipse se ralentizará, con el objetivo de ahorrar gastos, y se centrará en las necesidades más inmediatas del consorcio, como es la firma de acuerdos con otros actores del sector y la exploración de desarrollos comerciales en el mercado italiano.

La decisión de ayer pone fin a una discusión entre los socios que ya duraba meses y en la que la presión de las autoridades se ha hecho notar. La intención de Telefónica Móviles era utilizar el acuerdo firmado con la filial de Vodafone en Italia, Omnitel, para comenzar a operar con tecnologías de segunda generación GSM, usando para ello las redes de su rival. Telefónica siempre ha considerado Italia como un mercado prioritario y supone una pieza clave en el mapa de la expansión europea de la compañía.

Pero la inversión necesaria para salir de forma inminente al mercado provocó el rechazo de los socios italianos y también de Sonera, nada dispuestos a desembolsar sumas adicionales en un sector que ya desde hace dos años se considera arriesgado. La tormenta económica mundial que se ha sucedido en los últimos meses y el retraso de la tecnología UMTS han terminado por convencer a todos los accionistas de la prudencia de la decisión tomada ayer.

Esquema alemán

Telefónica Móviles, por tanto, no podrá repetir en Italia el esquema aplicado en Alemania, donde opera, con más o menos problemas e interrupciones, desde finales del año 2001. La decisión de frenar el lanzamiento de Ipse ahorrará a los socios importantes inversiones, justo en un momento en el que el mercado penaliza la apuesta en el sector, pero no todo son buenas noticias. En estos momentos, ocho de cada diez italianos ya tienen teléfono móvil y dilatar el momento de salir al mercado sólo puede llevar a que esta relación sea mayor.

Otro de los escollos con los que puede chocar el acuerdo del consejo es con la amenaza de retirada de la licencia. El diario Il Sole 24 Ore aseguraba el martes que el Ministerio de Comunicaciones podría retirar a Ipse la concesión por incumplir los compromisos asumidos. Fuentes del consorcio, sin embargo, afirman que el pliego de condiciones sólo obliga a cubrir las capitales provinciales en julio de 2004. Con todo, el hecho de que los socios estén a favor de la opción elegida facilita el diálogo con la Administración. Porque, pese a las diferencias que se han dado en el pasado entre los accionistas de Ipse, la decisión de ayer se tomó con el acuerdo de todos ellos e implica, según asegura la nota de prensa emitida tras el consejo, la ratificación del compromiso de los accionistas con la compañía. Para demostrarlo, el consorcio señala que todos ellos financiarán la compañía a través de préstamos, en una cuantía que será decidida en próximos consejos, cuando también se determinarán las necesidades de personal. La cantidad que requiere ahora Ipse para funcionar es menor, pero sigue necesitando fondos para financiar su nueva actividad.

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