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Bebidas

Coca-Cola pide amparo al Tribunal de la Competencia por la presión de Economía

Coca-Cola España ha decidido plantarse ante el Servicio de Defensa de la Competencia, entidad dependiente del Ministerio de Economía. La compañía se ha negado a facilitar una documentación que le exige el Servicio en el marco de la investigación abierta por la demanda interpuesta por Pepsi-Cola por un presunto delito de abuso de posición dominante. Coca-Cola considera que esa información es secreta y ha pedido amparo al Tribunal de la Competencia.

Coca-Cola ha optado por plantar cara a determinadas interpretaciones jurídicas que el Servicio de Defensa de la Competencia ha realizado sobre varios documentos que exige a la compañía que facilite.

El líder de las bebidas refrescantes en España entiende que Competencia le está exigiendo documentos que están sujetos a la protección de las comunicaciones abogado-cliente y así se lo hicieron saber el pasado mes de diciembre.

Ante la insistencia que mostró el Servicio en exigir la documentación, desestimando que estuviera afectada por ese secreto, Coca-Cola y sus siete embotelladores en España decidieron el mes pasado acudir en amparo al Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) para que sea éste el que dictamine sobre la legalidad de la petición del Servicio.

Fuentes conocedoras de la pugna jurídica que se está librando entre el Servicio y Coca-Cola aseguran que ahora, una vez presentado el recurso ante el Tribunal de Defensa de la Competencia, el procedimiento no tendrá más remedio que alargarse en el tiempo, ya que los tres meses como máximo con los que cuenta ahora el tribunal para pronunciarse no computan en el marco de la instrucción de la denuncia de Pepsi-Cola.

En un principio el Servicio de Defensa de la Competencia estaba obligado a tomar una decisión sobre la demanda, en el sentido de archivar o dictar un pliego de concreción de hechos, antes de marzo de 2002.

Colaboración

Un portavoz oficial de Coca-Cola aseguró que 'nuestra compañía y los embotelladores, tal como ha hecho en todo momento, están colaborando plenamente con las autoridades en la instrucción del expediente'.

'El recurso presentado', continúan, 'es un hito administrativo más en la instrucción del expediente, una cuestión de procedimiento de carácter estrictamente jurídico. Lo que está en discusión no es el contenido de la documentación solicitada, sino su naturaleza jurídica, que consideramos que está sujeta a la protección con que cuenta toda comunicación abogado-cliente'.

Este portavoz precisa que Coca-Cola no pretende abrir una fase de enfrentamiento con el Servicio de Defensa de la Competencia, 'solo pretendemos defender nuestro criterio jurídico y el de nuestros abogados'.

Según las fuentes consultadas, la documentación que requiere el Servicio de Defensa de la Competencia a Coca-Cola, y que ésta se niega tajantemente a entregar, es una información solicitada por la división Europa Occidental de la multinacional a los embotelladores de varios países, para preparar la defensa legal en el marco de la investigación que lleva a cabo la Comisión Europea en varios mercados sobre las prácticas comerciales de los embotelladores.

De acuerdo con estos medios, se trata de documentos que se han preparado para diseñar la estrategia legal y, por tanto, presuntamente protegidos por el carácter confidencial de la comunicación abogado-cliente.

La documentación se basa en una encuesta remitida por los abogados a Coca-Cola Europa para que ésta se la dirija a su vez a sus embotelladores. La encuesta pedía que se precisaran las relaciones comerciales y los contratos con los clientes. Y se estableció únicamente como una fórmula de conocimiento por parte de los abogados de la realidad del mercado, para poder construir la defensa ante las acusaciones de Pepsi-Cola.

Las fuentes citadas aseguran que el Servicio de Defensa de la Competencia tiene conocimiento de la existencia de esta encuesta de forma indirecta, ya que varios de los documentos que obtuvo en el registro que realizó en las oficinas de Coca-Cola España y en sus embotelladores a finales del año 2000 hacían referencia a ella.

Por encima de la decisiva importancia que para el futuro del procedimiento que se sigue contra Coca-Cola tendrá la decisión que finalmente adopte el Tribunal de Defensa de la Competencia, los medios consultados aseguran que precisamente por su novedad 'y por el hecho de que nunca nadie había pedido al tribunal que se manifestara en este sentido, sentará un importantísimo precedente para otros casos en los que el Servicio exija documentación sensible'.

En paralelo a este importante retraso que ahora sufrirá el expediente que se sigue en el Servicio contra Coca Cola, el proceso se demorará aún más, ya que, según las fuentes consultadas, la instructora que ha llevado el caso desde septiembre de 2000, María Peña, acaba de ganar un concurso 'para ocupar otro puesto en otra Administración y ha dejado el Servicio de Defensa de la Competencia'.

Ahora un nuevo instructor deberá hacerse cargo de toda la documentación y tomar la decisión de archivar o de trasladar el caso al Tribunal.Coca-Cola ha optado por plantar cara a determinadas interpretaciones jurídicas que el Servicio de Defensa de la Competencia ha realizado sobre varios documentos que exige a la compañía que facilite.

El líder de las bebidas refrescantes en España entiende que Competencia le está exigiendo documentos que están sujetos a la protección de las comunicaciones abogado-cliente y así se lo hicieron saber el pasado mes de diciembre.

Ante la insistencia que mostró el Servicio en exigir la documentación, desestimando que estuviera afectada por ese secreto, Coca-Cola y sus siete embotelladores en España decidieron el mes pasado acudir en amparo al Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) para que sea éste el que dictamine sobre la legalidad de la petición del Servicio.

Fuentes conocedoras de la pugna jurídica que se está librando entre el Servicio y Coca-Cola aseguran que ahora, una vez presentado el recurso ante el Tribunal de Defensa de la Competencia, el procedimiento no tendrá más remedio que alargarse en el tiempo, ya que los tres meses como máximo con los que cuenta ahora el tribunal para pronunciarse no computan en el marco de la instrucción de la denuncia de Pepsi-Cola.

En un principio el Servicio de Defensa de la Competencia estaba obligado a tomar una decisión sobre la demanda, en el sentido de archivar o dictar un pliego de concreción de hechos, antes de marzo de 2002.

Colaboración

Un portavoz oficial de Coca-Cola aseguró que 'nuestra compañía y los embotelladores, tal como ha hecho en todo momento, están colaborando plenamente con las autoridades en la instrucción del expediente'.

'El recurso presentado', continúan, 'es un hito administrativo más en la instrucción del expediente, una cuestión de procedimiento de carácter estrictamente jurídico. Lo que está en discusión no es el contenido de la documentación solicitada, sino su naturaleza jurídica, que consideramos que está sujeta a la protección con que cuenta toda comunicación abogado-cliente'.

Este portavoz precisa que Coca-Cola no pretende abrir una fase de enfrentamiento con el Servicio de Defensa de la Competencia, 'solo pretendemos defender nuestro criterio jurídico y el de nuestros abogados'.

Según las fuentes consultadas, la documentación que requiere el Servicio de Defensa de la Competencia a Coca-Cola, y que ésta se niega tajantemente a entregar, es una información solicitada por la división Europa Occidental de la multinacional a los embotelladores de varios países, para preparar la defensa legal en el marco de la investigación que lleva a cabo la Comisión Europea en varios mercados sobre las prácticas comerciales de los embotelladores.

De acuerdo con estos medios, se trata de documentos que se han preparado para diseñar la estrategia legal y, por tanto, presuntamente protegidos por el carácter confidencial de la comunicación abogado-cliente.

La documentación se basa en una encuesta remitida por los abogados a Coca-Cola Europa para que ésta se la dirija a su vez a sus embotelladores. La encuesta pedía que se precisaran las relaciones comerciales y los contratos con los clientes. Y se estableció únicamente como una fórmula de conocimiento por parte de los abogados de la realidad del mercado, para poder construir la defensa ante las acusaciones de Pepsi-Cola.

Las fuentes citadas aseguran que el Servicio de Defensa de la Competencia tiene conocimiento de la existencia de esta encuesta de forma indirecta, ya que varios de los documentos que obtuvo en el registro que realizó en las oficinas de Coca-Cola España y en sus embotelladores a finales del año 2000 hacían referencia a ella.

Por encima de la decisiva importancia que para el futuro del procedimiento que se sigue contra Coca-Cola tendrá la decisión que finalmente adopte el Tribunal de Defensa de la Competencia, los medios consultados aseguran que precisamente por su novedad 'y por el hecho de que nunca nadie había pedido al tribunal que se manifestara en este sentido, sentará un importantísimo precedente para otros casos en los que el Servicio exija documentación sensible'.

En paralelo a este importante retraso que ahora sufrirá el expediente que se sigue en el Servicio contra Coca Cola, el proceso se demorará aún más, ya que, según las fuentes consultadas, la instructora que ha llevado el caso desde septiembre de 2000, María Peña, acaba de ganar un concurso 'para ocupar otro puesto en otra Administración y ha dejado el Servicio de Defensa de la Competencia'.

Ahora un nuevo instructor deberá hacerse cargo de toda la documentación y tomar la decisión de archivar o de trasladar el caso al Tribunal.

Los beneficios del grupo aumentan un 82%

 

 

La multinacional estadounidense Coca-Cola obtuvo un beneficio neto de 4.604 millones de euros (3.969 millones de dólares) en 2001, lo que supone un incremento del 82% en relación con el año precedente, anunció ayer la compañía, que atribuyó la evolución de los resultados a sus actividades internacionales, a pesar de la ralentización de la economía mundial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A diferencia de lo que hizo en 2000, Coca-Cola no contabilizó en 2001 provisiones por costes legales y de reestructuración.

 

 

 

 

 

 

 

La cifra de negocio ascendió a 23.306 millones de euros (20.092 millones de dólares) el pasado ejercicio, ligeramente superior a la registrada en 2000, cuando totalizó 23.071 millones de euros (19.889 millones de dólares), mientras que el beneficio operativo se situó en 6.208 millones de euros (5.352 millones de dólares), un 45%.

 

 

 

 

 

 

 

El presidente del líder mundial de los refrescos Coca-Cola, Douglas Daft, se congratuló de los resultados, al tiempo que adelantó que la multinacional 'continuará centrándose en sus prioridades estratégicas', con el mantenimiento de su estructura de negocio actual, 'que permitirá seguir registrando grandes beneficios y la creación de valor para los accionistas'.

 

 

 

 

 

 

 

No obstante, en 2002, prevé registrar un aumento del beneficio de sólo el 11%, por debajo de las previsiones debido a las fluctuaciones monetarias respecto al dólar, incluida la devaluación argentina. De excluirse el impacto monetario, los resultados sí estarían más en sintonía con la previsiones, que auguraban una evolución por encima del 12%.

 

 

 

 

 

 

 

Por regiones, América del Norte, que se mantiene a la cabeza del ranking como fuente de ingresos, aumentó sus ventas sólo un 2%, frente al crecimiento del 5% registrado en el resto del mundo. En Europa y Oriente Próximo, las ventas en 2001 se incrementaron un 2%, frente al incremento del 10% de Asia y África.

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