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El optimismo sobre la economía de EE UU hace bajar el euro a 0,86 dólares

El euro cayó ayer por debajo de los 0,87 dólares por primera vez en seis meses. El moderado optimismo mostrado el jueves por el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, fue suficiente para impulsar al dólar, porque reafirmó el convencimiento general de que la economía de Estados Unidos repuntará antes y con más fuerza que la europea.

El euro cotizaba a sólo 0,8635 dólares en la apertura de ayer de la sesión de Nueva York, lo que supone un descenso del 1,8% respecto al cierre del día anterior. Además cedía casi un 2% frente a la divisa japonesa, cotizando por debajo de los 116 yenes, a pesar de que el viceministro de Economía nipón, Yuzo Kobayashi, hizo declaraciones a favor de un debilitamiento de su divisa.

La moneda común europea, que se disparó momentáneamente al alza tras su entrada en circulación física a primeros de mes, lleva acumulado un declive de casi el 3% en lo que va de año. La depreciación desde el pico de 0,9 dólares alcanzado el 2 de enero es del 4,6%. Y algunos operadores creen que puede caer por debajo de los 83 centavos de dólar.

El presidente del Bundesbank alemán, Ernst Welteke, achacó ayer la debilidad del euro al optimismo general sobre las perspectivas de recuperación económica en EE UU. Una idea compartida por la mayoría de los economistas e inversores privados, y que fue reforzada el jueves por Greenspan.

El banquero americano se cuidó mucho de lanzar las campanas al vuelo durante su intervención ante el Senado. Pero dijo que 'las fuerzas que están frenando el crecimiento económico [de EE UU] empiezan a desvanecerse'. Lo suficiente para que los inversores apostaran de nuevo con fuerza por el billete verde.

El BCE también augura un repunte de la actividad económica europea para antes de que termine el año. Pero su último boletín mensual es mucho más modesto en las previsiones a medio plazo (habla de 'alta incertidumbre' en las perspectivas de recuperación mundial).

Alemania, tradicionalmente el principal motor económico de la UE, está en ciclo recesivo y tiene serios problemas para cumplir los objetivos de déficit fiscal del pacto de crecimiento y estabilidad. Además, este año celebra elecciones y ello puede dificultar aún más el trabajo del Ejecutivo de Gerhard Schröder.

A ello se suma la amenaza de repunte inflacionista, que recorta el margen de maniobra del BCE para seguir bajando los tipos de interés.

El BCE bajó los tipos de interés en cuatro ocasiones el año pasado, dejándolos en el 3,25%. La próxima reunión para debatir la política monetaria se celebrará el 7 de febrero, y la mayoría de los analistas creen que ese día optará por mantenerlos sin cambios.

Polémico relevo en el BCE

Por último, la polémica en torno a la sucesión del vicepresidente del BCE, el francés Christian Noyer, empieza a dañar la imagen del banco y a cobrarse peaje en la divisa común. Francia podría renunciar a sustituir a Noyer para tener más posibilidades de hacerse con la presidencia del BCE cuando abandone su puesto Wim Duisenberg. El mandato del holandés termina en 2006, pero hay fuertes especulaciones sobre presiones de París para que deje el puesto este mismo año.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, entró ayer en la diatriba diciendo que el sucesor de Noyer debería ser de alguno de los países 'que no están representados en el consejo' del BCE. Es decir, un representante de Irlanda, Bélgica, Luxemburgo, Portugal, Grecia o Austria.

Solbes reconoce que en Bruselas preocupa el IPC

 

El comisario de Asuntos Monetarios y Económicos, Pedro Solbes, reconoció ayer que hay cierta 'preocupación' en Bruselas por un posible repunte de la inflación a corto plazo. 'El perfil que inicialmente habíamos previsto de seguir con la caída [de precios] parece estabilizarse', dijo, y puede que la moderación de precios prevista por la Comisión Europea 'se produzca en algún momento posterior'.

 

 

 

 

 

 

 

Por lo pronto, Italia anunció ayer un aumento del 0,5% mensual en el IPC de sus 12 mayores ciudades durante el mes de enero. Se trata del mayor aumento de precios desde noviembre de 1995 y coloca la subida interanual en el 2,4%.

 

 

 

En Alemania, los economistas prevén que el IPC suba un 0,9% mensual en enero, con lo cual la tasa interanual se situaría del 1,7% al 2,1%.

 

 

 

Tanto el BCE como el comisario Solbes reconocen que habrá repunte en el IPC de los Doce durante el mes de enero, pero confían en que la tasa baje del 2% antes de fin de año.

 

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