Botín prepara nuevos cambios en el organigrama del SCH
El presidente del Santander Central Hispano, Emilio Botín, perfila en la actualidad nuevos cambios en el organigrama del banco, aunque puede llevarlos a cabo después de la junta del 9 de febrero. El consejo aprobará hoy la salida de seis consejeros (cuatro del BCH y dos del Santander), pero la idea es reducirlo aún más.
El consejo de administración del Santander Central Hispano aprobará hoy una drástica reducción de este máximo órgano de poder del banco, al pasar de 25 miembros a 19. Pero, según apuntan fuentes financieras, éste no será el único cambio que sufrirá el consejo a medio plazo, lo mismo que sucederá con la comisión directiva, integrada por 16 ejecutivos, tras la salida la pasada semana de Juan María Nin, hasta entonces director general de la red de banca de empresas.
Una vez realizados todos estos cambios será cuando Botín dé por cerrado el proceso de fusión y por concluida lo que considera la estructura idónea del SCH.
De momento, Botín presentará a la convención anual de directivos del banco del día 8 de febrero y a la junta general de accionistas, un día después, un consejo más reducido, acorde con lo anunciado ya por el presidente en el momento de la fusión. Aunque la idea de Botín es reducir aún más este organismo en un futuro.
Además, tanto en el banco como en el mercado se esperan nuevos ajustes en el organigrama (la actual comisión directiva, constituida el 26 de junio, está formada por 16 ejecutivos), aunque esta modificación podría producirse con posterioridad a la junta. Botín prefiere actuar una vez que se aclare el panorama argentino y las repercusiones financieras que la crisis de este país ha provocado en el Santander Central Hispano.
La salida de Nin del banco ha estado motivada por los cambios que quiere introducir Botín. El primer paso de esta nueva estructura, más simplificada y que busca mayor operatividad y ahorro de costes, se anunció el pasado martes, con la unificación de las redes de banca de particulares y empresas para crear una división de banca comercial, al frente de la cual está Enrique García Candelas. Pero esta unificación ya estaba diseñada meses antes, y es lo que provocó la salida de Nin, quien ya había mantenido conversaciones con el Banco Sabadell con anterioridad a su actual fichaje.
Botín había ofrecido a Nin un cambio de puesto vinculado con Latinoamérica, lo que fue rechazado por el ya ex director general del banco. Por ello, no se descarta que algunos de los cambios en el organigrama del banco estén relacionados directamente con Latinoamérica, ya que la política seguida en los últimos meses no convencen al presidente del Santander.
Crecer más del 10% en créditos y depósitos
El año 2002 se presenta como uno de los más inciertos y duros para el Santander. De momento, el banco ha aumentado ligeramente las prejubilaciones que tenía previstas para 2001 (último año que se costean contra reservas), que han pasado de 1.400 a 1.600, a las que se unen las 800 de Banesto, y ha puesto en marcha un nuevo plan para poder realizar más este mes. Y es que el ahorro de costes y ganar cuota de mercado en España que compense la pérdida de negocio en Latinoamérica son objetivos prioritarios.
Este año cerrará 300 oficinas, lo que le dará ya un beneficio neto de casi 61 millones de euros (10.150 millones de pesetas). Además, ha adelgazado las direcciones territoriales, que pasan de 24 a 11. También recurrirá a la venta de participaciones de forma más activa que en años anteriores (hoy puede anunciar una venta).
Prevé crecer en España más que en 2001 tanto en depósitos como en créditos -por encima de dos dígitos- sin entrar en guerra de precios.