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Los extranjeros se van de la Bolsa, que cayó ayer otro 1,62%

La Bolsa española volvió ayer a sufrir severas pérdidas por culpa de Argentina, pérdidas que colocaron al Ibex a la cola de Europa. Cayó el 1,62% y acumula un 6,23% en las cuatro sesiones que han transcurrido desde que Duhalde anunciase su plan económico. Los gestores de fondos, que tratan de minimizar su exposición a Argentina, han contribuido a este mal comportamiento.

El Ibex se dejó en la sesión de ayer otro 1,62%. 131 puntos que sumar a los 121 del miércoles y los 286 del lunes. Desde que Duhalde anunciase la devaluación del peso, el índice de referencia de la Bolsa ha perdido un 6,24%, frente al 4,03% que ha bajado el Euro Stoxx 50. Repsol, Telefónica, BBVA y Santander han sido, por este orden, los que más han lastrado el mercado.

La petrolera, no obstante, recuperó ayer algo de aliento. Subió un 4,38%, a contracorriente del resto del mercado. La empresa negocia canjear el impuesto sobre las exportaciones de hidrocarburos por un pago fijo. Peor lo pasaron otros grandes del Ibex. Telefónica perdió el 4,9%; Santander, el 3,24%, y BBVA, el 2,07%. El retraso de Argentina en abrir los mercados un día más y la congelación de los depósitos bancarios hacen pensar en una devaluación de proporciones escandalosas, lo que se traduciría en más pérdidas para la Bolsa. Aunque, de todos modos, ayer los mercados europeos bajaron en línea con el Ibex.

Los retrocesos de esta semana han sido provocados por el impacto de la devaluación argentina y de las últimas medidas económicas de urgencia. Pero también ha tenido mucho que ver la actuación del inversor extranjero. Se ha convertido en el lastre más importante para la Bolsa española tras el estallido de la crisis y las firmas foráneas han sido las que más han vendido acciones de los valores expuestos a la zona. Los gestores de fondos admiten haber optado por minimizar la exposición de sus carteras a Argentina.

"No anticipamos una recuperación significativa del valor de los activos argentinos a corto plazo", señalan en la gestora alemana West AM. "La dificultad de tomar las medidas necesarias puede significar que para algunos activos lo peor está por llegar".

El punto de vista es común entre todas las gestoras cuando toca referirse a Argentina. Así, las instituciones internacionales han reducido e incluso retirado sus inversiones tanto de renta variable como de deuda argentina. "Los gestores de carteras y los institucionales han tenido tiempo para determinar sus posiciones", comentan en Société Genérale Asset Management (SGAM). Esta gestora, en concreto, mantiene su cartera infraponderada con respecto a la renta variable argentina, si bien mantiene la inversión en compañías exportadoras, así como una pequeña posición en bancos, para estar invertido si "las cosas de repente comiencen a marchar".

Parecida posición mantienen los gestores de Merrill Lynch Investment Managers, cuyo fondo latinoamericano MST Latin América tenía, a 31 de diciembre, una exposición del 2% a Argentina, frente a una del 49% a México y del 36% a Brasil.

"Las perspectivas de las compañías argentinas para 2002 son comprensiblemente precarias", señalan en West AM. "La mayoría de ellas se financia con dólares, pero ingresa en euros. En el mejor de los casos, eso significa que los beneficios se verán destruidos por el incremento de los costes de financiación", añaden.

Más allá de las pobres perspectivas, los expertos de SG apuntan otro aspecto que retrae la inversión en Bolsa argentina. "El mercado de renta variable de Argentina está, para casos prácticos, cerrado a inversores extranjeros de carteras", explican. "Pueden comprar (con dificultad), pero no pueden vender y repatriar su capital. Esta imposibilidad de repatriar el capital hace la compra de valores locales un negocio muy arriesgado".

Cautela en España

La cautela, no obstante, se impone también a la hora de invertir en aquellos valores españoles más expuestos a la zona. El descenso bursátil sufrido por valores como Repsol, Endesa, Santander Central Hispano o BBVA es fiel reflejo del sentimiento inversor en estos momentos.

"West AM ha reducido su exposición a la renta variable española, independientemente de la situación argentina. No obstante, hemos incrementado la cautela en valores en los que estamos invertidos, como BBVA, Endesa, Telefónica y Santander", señalan en la gestora alemana, aunque, matizan, siguen confiando en la evolución de las compañías.

 

Tercera sesión de retrocesos para la Bolsa y la divisa brasileñas

Los expertos consideran poco probable, por el momento, el potencial contagio de la crisis argentina a otras economías de América Latina. Pero el desarrollo de los acontecimientos en Argentina no invita precisamente al optimismo. Todavía no se ha permitido que los bancos o la Bolsa abran sus puertas, y ayer Duhalde decidió congelar una tercera parte de los depósitos bancarios para evitar el colapso del sistema financiero.

Se teme que los argentinos se lancen a comprar dólares a cualquier precio, una vez que abran los bancos, en espera de nuevas devaluaciones. Difícilmente podrá el Gobierno mantener la relación de 1,4 pesos por dólar. Aunque lo haga, en el mercado el peso se devaluará más.

Así las cosas, en otros mercados de América Latina ya empieza a palparse el miedo. El índice Bovespa de la Bolsa de São Paulo perdía a poco del cierre de ayer un 3%. La moneda brasileña, el real, también cedía posiciones respecto al dólar. Retrocedía un 2,32%. El real, al igual que el Bovespa, lleva tres días consecutivos a la baja.

Estos movimientos no son, de momento, alarmantes. Los expertos sostienen que Brasil, aun siendo la economía más vinculada a Argentina, no depende tanto del país andino como de otras economías de la zona. Además, el riesgo-país de Brasil y México se ha mantenido estable pese a haberse registrado la mayor moratoria de deuda emergente de la historia.

El peligro es menos evidente y más sutil. Existe la posibilidad de que la situación argentina haga que los inversores institucionales huyan de América Latina. Brasil es sumamente sensible a la salida de fondos extranjeros, y el real puede depreciarse si el dinero huye.

De momento no ha habido contagio. Pero también es demasiado pronto como para considerar al resto de América Latina a salvo de la crisis. Los expertos aconsejan esperar y ver.

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