La justicia de EE UU forma una comisión especial para investigar el 'caso Enron'
Un mes después de entrar en suspensión de pagos, el sorprendente colapso de Enron está movilizando a algunas instituciones estatales en EE UU. El miércoles por la noche el Departamento de Justicia anunció que va a formar una comisión especial de investigación, con fiscales de todo el país, para identificar todas las implicaciones legales, incluidas las criminales, de la suspensión de pagos de la que fuera una de las mayores corporaciones del país.
El fiscal general, John Ashcroft, decidió inhibirse en el caso debido a que Enron fue uno de los contribuyentes de su campaña como candidato al Senado.
En un segundo paso, el propio presidente de EE UU, George Bush, dijo ayer que ha pedido al secretario del Tesoro, Paul O'Neill, que se revisen las normas de presentación de cuentas, una decisión que confesó haber tomado tras la lección del colapso de la empresa. "Tenemos que estar seguros que los intereses de los inversores están protegidos". Además, O'Neill debe estudiar la puesta en marcha de un sistema que permita proteger a los pensionistas de empresas en suspensión de pagos.
Preguntado por su relación personal con el presidente de Enron, Kenneth Lay, Bush señaló que no ha hablado con él sobre sus problemas financieros y señaló que la última vez que le vio fue la pasada primavera en un acto benéfico organizado por su madre, Barbara Bush.
Lay ha sido uno de los más activos contribuyentes de fondos al partido de Bush y esta semana se ha conocido que representantes de la empresa se reunieron con el vicepresidente, Richard Cheney, cuatro veces en 2001. La empresa decidía ayer a quién vendía su filial de intermediación energética para la que ha recibido varias ofertas.
Por otro lado, el fiscal general de California presentó ayer en San Francisco una demanda contra la eléctrica PG&E, implicada en los apagones en ese estado, a la que acusa de prácticas fraudulentas y de forzar la bancarrota de su filial Pacific Gas. El caso civil estima los daños causados entre los 600 y los 4.000 millones de dólares.