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La Comisión pide a los Quince un plan común para Argentina

Los mercados reanudan hoy sus negociaciones, después de que el Gobierno del presidente Eduardo Duhalde decidiera extender por un día más la inactividad bancaria y cambiaria. Mientras continúa la pugna entre los Ejecutivos de Argentina y España, el ex presidente y líder peronista Carlos Menem atacó ayer la gestión de Duhalde, a quien calificó de "inepto". Telefónica se ofreció a colaborar y el Gobierno parece dispuesto a asumir como propia una propuesta de las petroleras. La banca española negocia en Buenos Aires las condiciones de su participación en los planes económicos del Gobierno mientras Brasil ofrece su apoyo ante los organismos internacionales.

El ministro de la Producción, Ignacio de Mendiguren, dijo ayer que "es absolutamente imposible" que los precios de los servicios públicos que prestan las empresas privatizadas se mantengan en dólares. "No es justificable la postura que hoy se toma desde España", dijo el ministro, quien hasta ahora era presidente de la Unión Industrial Argentina, en directa referencia a los reclamos que realizan las compañías y las empresas españolas con inversiones en Argentina.

Poco antes, el viceministro de Economía, Jorge Todesca, había manifestado que lo que piden esas firmas "es injustificado", aunque aclaró que "no pensamos agredir sus intereses y esperamos mantener e intensificar las relaciones con España".

Sin embargo, por la tarde, fuentes gubernamentales dijeron que el presidente Duhalde hizo suya una propuesta formulada el lunes por dos gobernadores de provincias y un empresario petrolero nacional, que propusieron realizar un préstamo al Estado a cambio de que éste elimine un impuesto del 20% sobre las exportaciones de crudo.

El Gobierno argentino propondría así que las empresas del sector aporten 1.400 millones de dólares (poco menos de 1.600 millones de euros) a cambio de dicho impuesto, aún no aplicado. El lunes, el Gobierno había dicho que no a esta idea pero, haciendo cuentas, la propuesta le supone una inyección de liquidez inmediata que no le garantiza, por otro lado, la aplicación del impuesto.

De hecho, ayer el Ministerio de Economía anunciaba que la recaudación de impuestos correspondiente al mes de diciembre había experimentado una caída del 28,3% respecto al mismo mes del año 2000. Y, en todo 2001, la recaudación retrocedió un 7,5% con relación al año anterior.

La subida de precios sigue, por otra parte, dificultando el avance del nuevo programa económico, aunque resultaba previsible con la aprobación de la devaluación. En el sector de alimentos, los incrementos son desiguales en cuanto a su porcentaje, que oscila entre el 10% y el 40%. También hay diferencias entre las actitudes de los distintos supermercados y tiendas. En algún caso no hay aumentos en grandes superficies, pero en general la tónica es al alza. Escasean la insulina, que será importada de inmediato desde Brasil, ya que los laboratorios productores especulan y no entregan este medicamento fundamental para el tratamiento de los enfermos de diabetes. Todos estos problemas agravan la situación de la población argentina y provocan nuevos estallidos sociales, la principal amenaza para el Gobierno de Duhalde y motivo por el cual el Ejecutivo elabora constantes propuestas de carácter marcadamente populista.

De hecho, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, anunció ayer que los presupuestos de salud y desarrollo social no se verán afectados por el recorte para destinar un mayor volumen de recursos públicos a la puesta en marcha de políticas sociales.

En tanto, los mercados abren hoy -si el Gobierno cumple su propio anuncio- en medio de una gran expectativa de los inversores. Las autoridades económicas ampliaron a 1.500 pesos mensuales el monto máximo de retiro de las cuentas bancarias de salarios, y a 1.200 pesos los retiros de cuentas particulares. El dólar cotizaba ayer a 1,60 en el mercado paralelo, 20 centavos más que el tipo de cambio oficial.

Esto supondrá una prueba muy importante sobre la viabilidad del plan económico, que las constantes contradicciones en los anuncios del Gobierno agravan aún más.

Crisis política

Pero la verdadera novedad de la jornada de ayer fue de orden político. En un marco de conflictos sociales crecientes por la falta de pagos de salarios y la escasez de liquidez en el mercado, el ex presidente argentino y líder del Partido Justicialista (peronista), Carlos Menem, atacó duramente a Duhalde, a quien calificó de "inepto".

"La devaluación va a traer como consecuencia la pérdida de la estabilidad económica, y la reinserción que Argentina tuvo en el mundo va a desaparecer rápidamente. Nos vamos a aislar y va a ser muy difícil crecer y superar esta situación", dijo Menem en declaraciones al periódico chileno El Mercurio.

Pero el ex presidente cargó también contra su otrora aliado, el también ex mandatario Raúl Alfonsín, y criticó a a su ex vicepresidente y actual ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Ruckauf. Acusó a ambos y al propio Duhalde de haber estado "detrás del alzamiento popular en Argentina", que derrocó a Fernando de la Rúa y a su sucesor, Adolfo Rodríguez Saá. Menem reivindicó desde Chile, donde se encuentra desde hace días, toda su gestión y defendió las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

Brasil ofrece su apoyo ante los organismos financieros

Argentina obtuvo ayer la promesa de que Brasil le apoyará cuando decida acudir a los organismos financieros internacionales para salir del caos económico. El nuevo ministro argentino de Exteriores, Carlos Ruckauf, se entrevistó ayer con el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, en Brasilia, a quien solicitó la ayuda diplomática para enfrentarse a los foros internacionales. "Una vez que Argentina termine su plan económico y lo presente a los organismos financieros internacionales, para nosotros la palabra de un estadista como Cardoso será muy importante", dijo Ruckauf tras el encuentro.

El ministro, que eligió Brasil como destino de su primer viaje internacional desde que está en el cargo, declaró que antes de acudir a los organismos internacionales, el Gobierno piensa "terminar de ordenar su casa, presentar un plan económico sustentable y aprobar un presupuesto para el año 2002".

Brasil y Argentina han protagonizado varios conflictos comerciales desde la devaluación del real, en 1999, pero Ruckauf aseguró ayer que ambos países tratarán de solventar sus diferencias a partir de la reunión de los ministros de Exteriores del Mercosur (área comercial formada por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) que se celebra hoy en Buenos Aires.

El real, aunque ayer suavizó su caída, acumula un descenso esta semana del 1,6% frente al dólar por la devaluación del peso. Mientras, los grandes bancos envian dólares de Brasil a sus filiales en Argentina para aprovecharse del nuevo cambio del peso.

Brasil inició ayer su ayuda con la oferta de 275.000 dosis de insulina y 22.000 frascos de antirretrovirales, en respues-ta a la petición argentina por la escasez de fármacos.

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