Repsol vuelve a ser la compañía más castigada por Argentina al caer el 1,4%
La tranquilidad fue la nota dominante en la sesión de ayer. La Bolsa se anotó una leve ganancia, del 0,11%, que no fue mayor por la debilidad de los valores expuestos a América Latina, es decir, los que más pesan del Ibex. Repsol fue, al igual que el lunes, la empresa más castigada al retroceder el 1,4%.
Según el mercado digiere el ajuste económico argentino, Repsol se desmarca como empresa más perjudicada. En la sesión de ayer cayó un 1,4%, que se suma al 7,85% del lunes, y, así, acumula un descenso del 13,8% en 2002. Las pérdidas contrastan con el 3,6% que ha caído, de media, el sector petrolero europeo.
La petrolera no ha podido hacer como la banca. Ha podido prever pérdidas relacionadas con la devaluación, pero no ha podido cubrirse frente al impuesto sobre exportaciones de hidrocarburos porque no lo esperaba. Repsol había adelantado que una devaluación del 20% afectaría el beneficio operativo del grupo hasta un máximo de 260 millones de euros. Pero la devaluación ha sido, de momento, del 30%. Y el impuesto puede lastrar el beneficio en unos 280 millones de euros adicionales.
El beneficio operativo puede descender de un 6% a un 12%, según el analista que haga los cálculos. Estas pérdidas imprevistas impedirán, además, que la empresa cumpla sus planes financieros, y sabido es que al mercado no le gustan este tipo de sorpresas. Por otro lado, la devaluación obligará a Repsol a amortizar la pérdida de valor de algunos de sus activos de Argentina, lo que teóricamente restará valor a la compañía.
El mercado ya había anticipado malos tiempos para Repsol, y de hecho la empresa se ha comportado mucho peor que su sector en los últimos tres trimestres.
La banca mostró ayer mejor comportamiento. Santander cerró un 1,52% al alza, mientras BBVA cedió un escaso 0,07%. El sector ya había empezado a cubrirse frente a la crisis argentina en el mes de septiembre, cuando BBVA y, sobre todo, Santander dotaron provisiones. La mayor parte de las medidas de Duhalde relacionadas con el sector financiero estaban dentro de lo esperable. Lo que no estaba era que Repsol iba a echar un cable.
En este sentido, el último informe de Merrill Lynch es relativamente tranquilizador. Aseguran los analistas que en el peor de los escenarios el impacto en beneficio después de impuestos sería de 1.050 millones de euros para BBVA y de 1.370 para Santander. Ello tiene en cuenta el coste de la reconversión de los créditos y el canje de los títulos de deuda, pero no las ayudas de las petroleras.
Santander ha provisionado ya 1.000 millones de euros frente a los 400 de BBVA. Estas dotaciones, junto al colchón que ofrecen los beneficios obtenidos antes de provisiones por las filiales argentinas, minimizan el impacto de las medidas para Santander, mientras que para BBVA lo deja en 330 millones de euros, según Merrill.
Las cifras de los analistas son coherentes con el comportamiento del mercado desde que Argentina estallase. En lo que va de año, BBVA ha perdido un 3,67% y Santander, un leve 0,74%. Otros expertos, asimismo, destacan la fortaleza del negocio doméstico y la posibilidad de realizar plusvalías industriales para arreglar los resultados.
Telefónica, tranquila
Telefónica, por su parte, también ha aguantado el tipo, pese a la notable caída de anteayer, en la que perdió el 4,44%. En el año, la teleco apenas retrocede el 1,86%. La conversión de tarifas a pesos solamente lastrará los ingresos y los beneficios de la filial latinoamericana y, por extensión, los de la casa matriz. Es un impacto más limitado, pues los analistas calcula que una devaluación del 50% sólo lastraría resultados en un 6%. Ahora bien, las noticias negativas de Argentina afectarán a la teleco, como ocurrió el lunes.
Endesa y Gas Natural está en una posición similar a la teleco. Ayer Endesa, que obtiene en Argentina el 5,5% del Ebitda, perdió un 0,89%. Gas Natural cerró un 1,5% al alza.