Los expertos prevén una fuerte crisis de demanda de crudo
La demanda mundial de crudo crecerá sólo el 0,5% en el periodo 2001-2002, lo que supone el ritmo más lento en 20 años, según un informe de Merrill Lynch publicado ayer. Además, el banco rebajó en cuatro dólares su pronóstico para el precio del barril de brent a lo largo de 2002, dejándolo en 17,5 dólares. El mercado operó ayer a la baja y el brent se depreció en Londres 15 centavos, hasta 20,7 dólares por barril. El banco de inversión afirma que las condiciones económicas mundiales son las peores en las dos últimas décadas. El crecimiento del PIB mundial será de sólo el 1,5%, tanto para el conjunto de 2001 como para este año, lo que repercutirá gravemente en la demanda energética.
Merrill Lynch estima que la actual crisis mundial es "mucho peor" que las dos crisis globales más recientes, las de 1982 y 1991. El crecimiento de la demanda energética para el conjunto 2001-2002 es de 0,5 %, el ritmo más lento en 20 años y muy por debajo del crecimiento del 1,2% registrado en el periodo 1989-1991, en el que la intervención estadounidense en Irak supuso la retirada inmediata del mercado de más de cinco millones de barriles diarios y desató una fuerte crisis económica.
En estas circunstancias, el banco estadounidense ha rebajado cuatro dólares su previsión para el barril de brent, el de referencia en Europa.
El otro gran factor que pesará en la cotización del crudo durante 2002 es el alto nivel de inventarios energéticos en Occidente. Merrill Lynch estima que la fuerte desaceleración de la demanda en el último trimestre del año 2001, con una caída de 1,5 millones de barriles por día, ha permitido un crecimiento estacional de 17,6 millones de barriles en los stocks de crudo de EE UU durante los meses de noviembre y diciembre.
"La repentina desaceleración en la demanda puede provocar un excedente de entre 70 y 100 millones de barriles sobre los niveles normales de inventarios mundiales", explica la entidad en su informe. La saneada situación de las reservaras compensará la retirada de oferta pactada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros grandes productores como Rusia, Noruega y México.
Los recortes impulsados por la OPEP a lo largo de 2001 totalizan una retirada del mercado de cinco millones de barriles diarios, a los que hay que sumar medio millón de barriles retirado por el resto de productores. Sin embargo, estos esfuerzos no han impedido que el precio del crudo siga debilitándose. Algo que ha repercutido claramente en las cuentas de los países miembros de la OPEP. El Gobierno estadounidense estima que los ingresos del cartel petrolero cayeron un 19% en 2001, respecto al año anterior.
Síntoma de que los operadores consideran que el mercado está plenamente abastecido de crudo es la debilidad de la cotización del brent. El precio del barril para entrega en febrero cayó ayer más de 30 centavos, situándose en el entorno de los 20,7 dólares. Es precisamente en febrero cuando los importadores empezarán a sentir los efectos del recorte del suministro impulsado por la OPEP.
La patronal petrolera estadounidense estima que el 48,5% del crudo que importa EE UU, el mayor consumidor del mundo, proviene del grupo de países del cartel petrolero. Sin embargo, la tranquilidad es la nota dominante en los mercados energéticos de Nueva York y Londres.