Telefónica denuncia a Retevisión y Uni2 por prácticas fraudulentas
Telefónica ha sacado la artillería pesada contra sus rivales. El jueves presentó una denuncia ante la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) en la que pide que se inicie un procedimiento sancionador contra Retevisión y Uni2 por prácticas fraudulentas. El ex monopolio acusa a estas compañías de falsificar firmas y suplantar la identidad de trabajadores de Telefónica para conseguir que los clientes se abonen con ellas para todas las llamadas. Cartas firmadas de los afectados son las pruebas esgrimidas.
Tres semanas después de ser denunciada ante la CMT y el Servicio de Defensa de la Competencia por prácticas abusivas en sus métodos para recuperar clientes, Telefónica ha pasado al contraataque. La operadora presentó el jueves una denuncia ante el regulador dirigida contra Retevisión y Uni2. ¿La razón? Su forma de captar abonados para la preselección (la fórmula que permite a los usuarios cursar todas sus llamadas con un nuevo operador sin necesidad de marcar prefijo, de forma que su única relación con Telefónica es la cuota de abono) no está siendo limpia.
El ex monopolio solicita al regulador que tome "de inmediato las medidas pertinentes para evitar las prácticas fraudulentas denunciadas" y, a continuación, exige la apertura de un procedimiento sancionador contra Retevisión y Uni2.
Las pruebas que aporta Telefónica para demostrar sus acusaciones son siete cartas firmadas por clientes que denuncian haber sido víctimas de estas prácticas fraudulentas. La operadora asegura que estas misivas son una selección entre la "multitud" de reclamaciones recibidas, según consta en la denuncia. En la mayor parte de los casos, los abonados aseguran que sus firmas han sido falsificadas; otros denuncian haber sido engañados por empleados de Retevisión o Uni2 que, presuntamente, se hacían pasar por "visitadores de Telefónica", mientras que en algunas reclamaciones, el cliente se queja de haber sido "engañado" por los operadores demandados.
"Con motivo de la visita a mi domicilio de una persona, haciéndose pasar por empleada de Telefónica para revisar mi teléfono, me hicieron firmar un contrato que resultó ser una solicitud de prestación de preasignación a favor de Retevisión", explica un afectado en una de las cartas presentadas como prueba. "El pasado 17 de octubre firmé una solicitud de prestación de preasignación de Retevisión engañado por sus dos comerciales, ya que nos vieron con 86 años cada uno [...]", es otro de los ejemplos aportados.
Un portavoz de Retevisión aseguró que su entidad no ha recibido todavía notificación de la demanda. Fuentes del sector, sin embargo, señalan que no es la primera vez que Telefónica formula una denuncia similar, aunque todas ellas versaron sobre casos individuales. Y es que la preselección ha sido una facilidad implantada con constantes problemas. La CMT ha tenido que lidiar también con varias denuncias de particulares, que afirmaban haber sido abonados contra su voluntad. Ninguna de ellas ha prosperado, pero demuestran los conflictos en la implantación de la preasignación.
Uno de las mayores polémicas ha procedido del denominado consentimiento tácito, que permite a los rivales de Telefónica preseleccionar a determinados consumidores siempre que no exista rechazo expreso. Fuentes del sector explican que España es el único país donde funciona el consentimiento tácito, sobre todo después de que la FCC (el regulador estadounidense) instara a que este procedimiento fuera suprimido de la regulación de EE UU.
A pesar de todos los problemas, la preselección está funcionado en España que, con 1,36 millones de clientes bajo esta modalidad, está a la cabeza de Europa.
La crítica principal de Telefónica es que la preasignación no crea ningún tipo de riqueza, ya que no implica inversiones adicionales ni mejoras en la red por parte de los operadores que la utilizan.