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Argentina paga el primer plazo de la deuda de diciembre

El hasta ayer viceministro de Economía de Argentina, Daniel Marx, dijo que su país pagó "a última hora" un vencimiento de bonos internos por unos 700 millones de dólares. La dimisión de Marx, quien renunció ayer "por razones familiares", ha agudizado la presión de los partidarios de una urgente dolarización, encabezados por el ex presidente Carlos Menem.

La agonía argentina parece a punto de quemar otro capítulo. Tal vez uno de los más importantes.

Ayer, el país superó con éxito un vencimiento de pago de la deuda, al utilizar dinero de los fondos de pensión locales, obligados por un decreto a comprar letras del Tesoro (Letes) por valor de 1.000 millones de dólares (1.100 millones de euros) . De esa manera, se cancelaron 770 millones en títulos de la deuda pública.

Pero la salida del Gobierno de Marx ha puesto al rojo vivo la pugna entre los partidarios de la dolarización y de aquellos que propugnan una devaluación. El candidato con más posibilidades para sucederle es su antecesor en el cargo, Miguel Kiguel, un hombre estrechamente ligado a la banca estadounidense. Marx chocaba desde hace tiempo con el ministro Domingo Cavallo, en desacuerdo con sus medidas financieras. Aunque adujo "razones familiares" para justificar su decisión, Marx no quiso desmentir ni confirmar que podría producirse una congelación de depósitos bancarios por encima de 30.000 pesos o dólares. Tampoco rechazó la posibilidad de una dolarización, aunque se mostró contrario a una devaluación previa.

Mientras, la crisis social se agudiza. Ayer dos supermercados de provincias fueron asaltados por gente pobre que se llevó comida. Menem presiona en favor de la dolarización y miembros de su partido y de la oficialista Unión Cívica Radical (UCR) piden el fin de la convertibilidad. O sea, una devaluación. Fuentes financieras comentaron a este periódico que "si bien no hay poder político para hacerlo, este fin de semana podrían tomarse decisiones definitivas. Me refiero a una dolarización a partir del lunes".

Otras fuentes apuntan a un pacto entre el presidente De la Rúa y Menem para avanzar rápidamente hacia ese objetivo. Pero no hay garantías de que el Congreso apruebe el proyecto de Presupuesto 2002, un elemento clave para cumplir con el déficit cero. Cavallo guarda silencio y el FMI pide un consenso político.

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