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EDP pone a la venta su 3% de Iberdrola para trasladar recursos a Cantábrico

Tras el acuerdo alcanzado con sus socios en Cantábrico, EDP ha dado otro paso para clarificar su estrategia en el mercado energético español. La empresa portuguesa ha encargado la venta de su casi 3% de la eléctrica vasca, operación que le dará unos ingresos cercanos a 378 millones de euros (63.000 millones de pesetas). La transacción se realizará sin un aviso previo a Iberdrola.

Electricidade de Portugal (EDP) ha optado por encargar a un banco de negocios la venta del casi 3% de Iberdrola que tiene en su cartera de valores. La operación, para la que la entidad financiera y la compañía lusa buscarán la fórmula financiera más idónea ante la falta de acuerdo con la eléctrica vasca, se quiere materializar a corto plazo. La transacción, que se elevará a unos 378 millones de euros (63.000 millones de pesetas), no dará elevadas plusvalías a la empresa portuguesa, pero servirá para liberar recursos de una opción empresarial que ya no tiene valor estratégico para la compañía que preside Francisco Sánchez.

Aunque la enajenación se va a realizar unilateralmente, EDP intenta evitar que se traduzca en una variación súbita a la baja de la acción de Iberdrola. De esta forma, no se descarta un diseño similar al que ha elegido la eléctrica vasca para colocar su participación en Repsol YPF, como es la emisión de renta convertible.

La ruptura entre EDP e Iberdrola se produjo a raíz de las negociaciones que esta última empresa mantuvo para fusionarse con Endesa, aunque tampoco se alcanzaron metas comunes significativas en los dos años en los que la alianza estuvo vigente. Posteriormente, EDP optó por entrar en Cantábrico, y las relaciones con su antiguo socio español se deterioraron sensiblemente, y en especial este verano, cuando la empresa portuguesa sustituyó el representante de Iberdrola en su consejo de administración por un consejero de Caixa Geral de Depósitos.

Sin embargo, el vicepresidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien intentó a su llegada a la citada compañía reavivar el acuerdo con EDP, mantenía en declaraciones recientes que no preveía vender su participación en ese grupo.

Alianza fracasada

Pero, además del fracaso y posterior ruptura de la alianza, la compañía que preside Francisco Sánchez precisa recursos para financiar el aumento de participación en Cantábrico, consensuado la pasada semana. Y es que, además de pasar de un 20% compartido con Cajastur a tener el 40% de Adygesinval (que controla el 95% de la eléctrica asturiana), EDP deberá hacer frente allí a otros compromisos financieros.

Entre ellos, la dotación de fondos propios adicionales por 1.000 millones de euros (166.380 millones de pesetas) a Cantábrico. No obstante, para EDP, ese esfuerzo tiene un elevado interés estratégico, y prevé que le dé una cuota del 25% en el mercado eléctrico ibérico.

Por su parte, la sociedad de calificación de deuda Standard & Poor's ha colocado bajo perspectiva negativa los rating de EDP, debido al impacto sobre la deuda de sus continuas inversiones.

En línea con la obtención de fondos y reordenación de su presencia en el exterior, EDP ha firmado un acuerdo para vender su participación del 25,5% en la empresa chilena de tratamiento y distribución de agua Servicios Sanitarios del Libertador (Essel) a la británica Thames Water, operación que le aportará 78 millones de euros (12.980 millones de pesetas). De esta forma, Thames Water pasará a controlar el 51% de la distribuidora andina de aguas.

La materialización del acuerdo depende de que la empresa pública chilena Corporación de Fomento de la Producción, que controla el 49% de Essel, libere a EDP de los compromisos asumidos cuando adquirió el 25,5% por un 69,8 millones de euros. El convenio incluye la compra por EDP del 50% que Thames Water tiene en la compañía lusa de agua ValorAgua, que pasará a ser controlada totalmente por eléctrica portuguesa.

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