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Vodafone resucita la subvención a los teléfonos móviles

Vodafone ha dado un giro de 180 grados en su política de captación de clientes y, de paso, ha roto el pacto tácito entre las tres operadoras celulares españolas. Todo ello, con una sola campaña. El segundo operador de móviles ha lanzado una agresiva promoción de subvención de terminales, con la que pretende acelerar la captación de clientes en Navidad y compensar así la mala evolución acumulada en el año.

Una sola campaña comercial de Vodafone ha hecho saltar por los aires dos políticas muy arraigadas en el mercado español de telefonía móvil. La filial de la operadora británica quiere aprovechar la Navidad para acelerar el ritmo de captación de clientes, muy por debajo del de sus rivales en el último año, aunque sea a costa de subvencionar los terminales y de lograr usuarios con bajos niveles de consumo.

Desde hace más de un año, Telefónica Móviles, Vodafone y Amena habían renunciado a subvencionar los terminales que venden a los clientes, una práctica tan común durante los primeros tiempos de su existencia que los teléfonos llegaron a regalarse.

Sin embargo, una vez que el mercado español se acercó a la saturación, las tres compañías cambiaron de estrategia. Los terminales se venden muy cerca de su precio, porque lo que buscan ahora no es la captación desaforada de clientes, sino un mayor consumo. Esta política ha sido especialmente acusada en Telefónica Móviles y Vodafone, con una base de clientes ya suficientemente amplia, y menos en Amena que, como último en llegar, sigue luchando por escalar posiciones.

Pero la campaña de Vodafone también va en contra de sus propios principios. Desde que el líder mundial del móvil tomó el control absoluto de Airtel, la consigna ha sido clara. La máxima es captar clientes de alto consumo, generalmente en manos de otros operadores, hacer todo lo posible por conservar los usuarios que ya se tienen y maximizar su rentabilidad.

Esta explicación es la que ha utilizado Vodafone para justificar sus bajas tasas de captación de clientes. Entre junio de 2000 y el mismo mes de 2001, la filial española del líder del móvil fue la segunda telefónica de Europa con menor crecimiento de clientes. Y desde entonces las cosas no han ido mejor. Telefónica Móviles y Amena han concentrado la captación de nuevos abonados, hasta el punto de que Vodafone se conforma con sumar 300.000 clientes cuando cierre su año fiscal, a finales de marzo.

Los resultados de la política de Vodafone han sido claros en cuanto a la cifra de usuarios. Queda por ver, sin embargo, el efecto en las cuentas económicas que, al reducirse la inversión y mejorarse la rentabilidad, pueden ser espectaculares.

Pero la campaña lanzada para estas Navidades viene a contradecir todas estas máximas. Fuentes oficiales de Vodafone reconocen que el objetivo es aprovechar estas fechas para captar un elevado número de clientes con el reclamo de precios muy atractivos. Y así lo está haciendo. La telefónica ofrece cuatro tipos de terminales, de Alcatel, Siemens, Samsung y Motorola, con precios que oscilan desde las 3.970 a las 9.970 pesetas. Esta promoción, aunque sea en la modalidad de abono, está dirigida a usuarios cuyo nivel de consumo no justifique un gasto inicial elevado. Además, ninguno de los terminales es GPRS, así que la rentabilidad que podrá obtener Vodafone del tráfico de datos de estos clientes será muy limitada.

Con todo, y a pesar de la consigna establecida de no subvencionar terminales, también Telefónica Móviles y Amena lo hacen en determinados casos, aunque no a los precios de Vodafone. Ambas utilizan este reclamo para elevar su tasa de usuarios pospago sobre los de prepago.

 

Un mercado en claro retroceso, a la espera de nuevas tecnologías

El mercado de venta de terminales en España está en horas bajas. Hasta septiembre, y según los datos de Asimelec (Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones), se vendieron 5,7 millones de teléfonos, frente a los 17,8 millones del año 2000. La previsión de esta asociación es que el ejercicio termine con 7 millones de teléfonos vendidos, lo que supone una caída del 61% con respecto al año anterior, informa Europa Press.

La captación de clientes ha ido en consonancia y las tres operadoras han visto cómo los niveles de crecimiento se frenaban casi en seco. Sin embargo, con una tasa de penetración de la telefonía móvil cercana al 70%, este hecho no les ha cogido por sorpresa. Conscientes de que el boom ha tocado techo, Telefónica Móviles, Vodafone y Amena se han centrado en maximizar la rentabilidad de sus clientes.

Las cuentas de Telefónica Móviles en el tercer trimestre del año han sido un buen ejemplo de los frutos que se pueden sacar a esta política. Con la mayoría de las inversiones ya hechas, con la red desplegada y sin subvencionar los terminales, las cifras económicas presentadas por el líder del mercado han sido espectaculares.

Para estas Navidades, el objetivo de los principales actores del sector de la telefonía móvil española se centra en aumentar la captación de clientes de abono (pospago), elevar el tráfico de datos y popularizar la tecnología 2,5 (GPRS), hasta el punto de que la innovación tecnológica sea capaz de reactivar el mercado.

El despertar del GPRS ha sido lento, pero las tres compañías ya tienen en el mercado una gama de ofertas para todos los segmentos, empresarial y particular, en prepago o en pospago. Hasta ahora, el mayor problema ha sido la escasez de terminales, aunque ya se está resolviendo. Telefónica Móviles tiene homologados nueve modelos y espera certificar otros tantos en pocos días.

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