Los grupos afganos pactan un nuevo Gobierno dominado por la Alianza
La Conferencia de Bonn dio ayer sus frutos al sellarse un acuerdo entre las delegaciones afganas sobre la formación de un Gobierno postalibán. El 22 de noviembre tomará el relevo un Ejecutivo liderado por el pastún Hamid Karzai y con representación de los cuatro grupos presentes en el encuentro de Alemania, aunque dominado por la Alianza del Norte.
La relación del Gobierno no pudo completarse en Bonn por falta de tiempo, pero sí hubo acuerdo sobre los ministerios que corresponderán a cada grupo y sobre la composición étnica del nuevo Gobierno. De los 30 cargos que compondrán la Administración interina, 11 serán pastunes, ocho tayikos, cinco hazaras y tres uzbecos; el resto se quedó vacante para dar cabida a grupos étnicos no representados en las negociaciones. Como novedad impensable hasta ahora, dos mujeres formarán parte del nuevo Gabinete.
Al margen de la composición étnica, el grupo más representado y sobre el que han recaído las carteras más importantes es la Alianza del Norte, para la que se reservan los 17 ministerios que había solicitado. Entre ellos, el de Defensa, que se reservará al viceprimer ministro Mohamed Fahim; el de Exteriores, cuya titularidad asumirá Abdulá Abdulá, y el de Interior, que estará dirigido por Yunis Qanuni.
La Iniciativa de Chipre, la Conferencia de Peshawar y el Grupo de Roma son los tres grupos en el exilio que acudieron a la conferencia de Bonn. Este último grupo, representante del ex rey Zahir Sha, dirigirá ocho ministerios, entre los que se encuentran el de Finanzas, el de la Reconstrucción y Fronteras y el de la Mujer. Este último corresponderá a una de las dos mujeres que estarán presentes en el Gobierno, Sima Samar, que tendrá el cargo de viceprimera ministra. Otra mujer, Suhaila Seddiqi, se encargará del Ministerio de Sanidad. El Grupo de Chipre, sin embargo, no tendrá representación en el Gobierno.
El primer ministro, el moderado pastún Hamid Karzai, también es un hombre de Zahir Sha, que se queda relegado a presidir la Loya Jirga (gran asamblea de líderes tribales) dentro de seis meses. Ese es el plazo impuesto para el nuevo Gobierno interino que, en total, estará formado por 30 personas: un primer ministro, cinco viceprimer ministros y 24 ministros. Al cabo de ese plazo, la Loya Jirga nombrará un Ejecutivo de transición que gobernará por 18 meses, plazo tras el que se aplicará una nueva Constitución y se convocarán elecciones libres.
El acuerdo pide además que el Consejo de Seguridad de la ONU envíe tropas de paz para garantizar la seguridad en la capital, Kabul.
El texto fue aprobado horas antes del inicio de una conferencia de donantes en Berlín, de la que se espera ayudas para reconstruir el devastado país.
Bajas equivocadas
Entre tanto, los ataques sobre Kandahar dejaron ayer ocho soldados aliados muertos, tres de ellos estadounidenses. Según reconoció la portavoz del Pentágono, Victoria Clarke, un proyectil lanzado desde uno de los aviones B-52 con los que EE UU bombardea el país cayó por error cerca del lugar donde se encontraban tropas de la Alianza, matando a tres soldados estadounidenses y cinco afganos, además de dejar unos 20 heridos de diversa consideración. Entre ellos, Hamid Karzai, quien dirigirá el país desde el día 22. "Hemos oído que Karzai ha sido alcanzado. Se le ha visto y parece que está bien", dijo Clarke.
Con la muerte de los tres soldados, se eleva a cuatro el total de bajas de estadounidenses en Afganistán. Anteriormente, un agente de la CIA murió en un combate cerca de Mazar-i-Sharif, en el norte del país. Decenas de tropas de las operaciones especiales del ejército de EE UU han cooperado en las últimas semanas con los efectivos de las tribus pastunes del sur de Afganistán que han rodeado el último reducto talibán en Kandahar.