El Parlamento Europeo impulsa una definición común del delito terrorista
El Parlamento Europeo votó ayer a favor de una definición común del delito terrorista y de la creación de una orden de busca y captura que sustituya a las extradiciones en toda la UE. La Eurocámara respaldó por amplia mayoría las dos propuestas, pendientes de recibir el visto bueno de los ministros de Justicia e Interior el próximo 6 y 7 de diciembre.
El ponente del informe que incorpora ambas propuestas, el liberal británico Graham Watson, comparó "la creación de un área de libertad, seguridad y justicia" con la construcción, hace una década, del mercado único. "Es muy similar", afirmó. Pero si hay que buscar alguna diferencia entre ambos procesos, Watson no duda que radica en que la "creación del espacio judicial europeo es más urgente".
Ayer, la Unión subió otro peldaño en ese proceso, estancado prácticamente durante décadas y que sólo a raíz de los atentados del 11 de septiembre en EE UU ha conocido un nuevo impulso. "Paradójicamente", ironiza Wat-son, "desde Jacques Delors [antiguo presidente de la Comisión Europea] quizá nadie ha contribuido más a a la integración de Europa que Osama Bin Laden".
El 21 de septiembre, los primeros ministros, reunidos en sesión extraordinaria, concedieron sólo 77 días a sus ministros de Justicia e Interior para allanar el camino jurídico y constitucional hacia una definición común de terrorismo y la creación de una orden de busca y captura que elimine dentro de la UE los largos procedimientos de extradición. El plazo expira el próximo 7 de diciembre. España estará representada en el encuentro por los ministros de Interior y Justicia, Mariano Rajoy y Ángel Acebes.
Las razones de Berlusconi
Italia ha sido el último país en mostrar su reticencia ante un sistema que supondrá pasar de la tradicional desconfianza mutua al reconocimiento de las decisiones judiciales de otro Estado miembro. Un salto que Silvio Berlusconi se resiste a dar, pues ya ha sufrido desencuentros con la justicia internacional. Con el juez Garzón, sin ir más lejos, que tramitó sin éxito un suplicatorio ante el Parlamento Europeo, cuando el presidente italiano disponía de la carta de eurodiputado.
La Eurocámara ofreció ayer a su antiguo miembro la alternativa -calificada de "amenaza" por socialistas y populares- de apearse del proceso y permitir a los demás continuar. Italia, sin embargo, puede vetar las dos decisiones pendientes, inclu-so si decide no participar.
El Gobierno español también ha añadido confusión en la recta final. Su empecinamiento en criminalizar una formación política legal en España como es Batasuna despierta suspicacias entre los propios europarlamentarios españoles. En privado lamentan que "esta anécdota" enturbie el logro histórico de un proceso que España siempre ha ayudado a impulsar.
No obstante, socialistas y populares lograron que el informe Watson emplace a los Estados miembros a castigar no sólo a los grupos terroristas, sino también al entorno que les sustenta o apoya de forma directa o indirecta, un paso que ayer fue magnificado por el PP.
Por otra parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Richard Cheney, garantizó ayer en Washington al presidente del Gobierno español, José María Aznar, el apoyo "político y técnico" de la Administración estadounidense en la lucha contra ETA.