Las navieras acusan a Fomento de favorecer a Trasmediterránea
El 30 de noviembre termina el plazo de presentación de ofertas en los tres concursos convocados por Fomento para adjudicar la explotación de líneas marítimas de cabotaje en régimen de servicio público, que recibirán ayudas públicas de 60 millones de euros (10.000 millones de pesetas) en cinco años. Las navieras privadas están decididas a no acudir a la licitación. Argumentan que los concursos están diseñados a la medida de Trasmeditarránea. La naviera, propiedad de la SEPI y que está en vías de privatización, presentará ofertas a las tres licitaciones.
Las principales navieras privadas que operan en España -Balearia, Pitra, Cenargo, Euroferrys, Fred Olsen y Armas- apuran los últimos días antes de la fecha límite del 30 de noviembre para decidir si se presentan o no a los concursos convocados por el Ministerio de Fomento, cuyo titular es Francisco Álvarez-Cascos. En estos concursos se adjudicarán unos 10.000 millones de pesetas para un periodo de cinco años en ayudas públicas a la explotación de una decena de líneas marítimas de cabotaje (entre dos puertos españoles).
La voluntad de estas compañías es no presentarse a los concursos ya que, aseguran, han sido diseñados a la medida de la naviera pública Trasmediterránea, que se encuentra en estos meses en la rampa de salida de la privatización.
El Ministerio de Fomento realizó la convocatoria de los concursos para la "contratación del servicio de líneas marítimas de interés público" en el Boletín Oficial de Estado de fecha de 18 de octubre de 2001. El proceso venía condicionado por el precedente de la anterior licitación de líneas subvencionadas, realizado en 1998, año en que quedó completamente liberalizado el servicio marítimo de cabotaje en España.
Aquel proceso de licitación fue convocado y resuelto en el plazo de 13 días y en periodo navideño. En él se adjudicó a Trasmediterránea la explotación de nueve líneas por un periodo de seis años, con subvenciones cercanas a 1.000 millones de pesetas en cada ejercicio.
Las peculiaridades del proceso fueron denunciadas por distintas navieras españolas ante la Unión Europea y ante la justicia ordinaria nacional. El Tribunal de Luxemburgo, tras un procedimiento complejo, obligó al Estado español a reducir el plazo de concesión de seis a cuatro años. Además, conminaba a que el nuevo concurso se hiciera con "publicidad y concurrencia" y exigía que las líneas de servicio público no fueran concursadas en bloque.
Nuevo proceso
Como consecuencia de este dictamen, el Ministerio de Fomento ha preparado un proceso de licitación que tiene como principal novedad la contratación del servicio en las líneas de interés público por "fachadas". La diferencia con el proceso anterior es que si aquel adjudicó en bloque las nueve líneas en concurso, éste divide las rutas en tres bloques.
En el primer bloque se agrupan las líneas que unen la Península con las Islas Baleares (fachada Península-Baleares). La subvención máxima que se ofrece para estos servicios en los próximos cinco años es de 1.428 millones de pesetas (unos 8,5 millones de euros). En el segundo bloque se licitan las rutas marítimas de conexión del estrecho de Gibraltar (fachada Península-Ceuta y Melilla). El presupuesto base de liciatación es de 6.143 millones de pesetas (36,9 millones de euros).
El tercer bloque incluye las líneas que unen la Península con las Islas Canarias, así como las rutas interinsulares (fachada Península-Canarias), con una subvención máxima establecida para los cinco años de vigor del contrato de 2.413 millones de pesetas (14,5 millones de euros). La cuantía total de las ayudas ofrecidas es de 60 millones de euros, prácticamente el doble por año que en el contrato anterior.
Este diario se ha puesto en contacto con la práctica totalidad de las navieras que prestan servicio en las rutas de cabotaje en España. Las que tienen propietarios privados han criticado la forma en que se han planteado el concurso. Estiman que, atendiendo a las recomendaciones de la UE, debería haberse licitado línea por línea, ya que ninguna de ellas tiene la dimensión suficiente ni interés empresarial como para atender a todas y cada una de las rutas que se licitan en cada una de las fachadas. Aseguran, además, que las rutas subvencionables elegidas por Fomento coinciden con las que realiza en la actualidad Trasmediterránea y, por tanto, están adaptadas a su estructura de explotación y a sus buques. Estas circunstancias, afirman, les impedirán participar en los procesos de licitación.
Fuentes de Fomento han asegurado que los concursos se ajustan a las exigencia de la UE. Trasmediterránea afirma que se presentará a las tres licitaciones.