El Gobierno italiano debate medidas de emergencia para salvar Alitalia
El Gobierno italiano debatía ayer por la noche un plan de salvación para una Alitalia al borde del colapso. Entre las alternativas barajadas se incluye declarar la quiebra de la compañía, su cierre, la refundación con menor tamaño o forjar una nueva red de alianzas. El anuncio de estas medidas de emergencia se produjo el mismo día en que Alitalia dio a conocer a los sindicatos su plan de viabilidad, donde podría incluirse una emisión de bonos convertibles de 906,8 millones de dólares (171.000 millones de pesetas o 1.027 millones de euros) destinada a socios privados.
El Gobierno italiano estudia varias opciones para responder a la crisis de Alitalia, en la que el Estado controla el 53%. Entre las posibilidades que se han barajado destaca la de declarar a la compañía en quiebra, cerrar la empresa para crear otra compañía más modesta o reforzar una red de alianzas, según informaba ayer el diario Corriere della Sera.
Asimismo, el periódico afirma que "la cuestión probablemente podría ser abordada en un marco más amplio y en el que el destino de Alitalia podría estar ligado al fabricante aeronáutico europeo Airbus" durante la cumbre franco-italiana prevista en Périgueux (Francia) el próximo martes, día 27.
El ministro de Política Comunitaria del Gobierno italiano de Silvio Berlusconi, Rocco Buttiglione, llegó a afirmar ayer que espera encontrar antes de la madrugada -de ayer- un socio privado para la compañía aérea, según declaró al término de una reunión con los sindicatos de la compañía.
El ministro de infraestructuras, Pietro Lunardi, se mostró por su parte partidario de declarar el "estado de crisis" en la compañía aérea Alitalia, con objeto de poder adoptar medidas excepcionales con las que garantizar el mantenimiento de la aerolínea.
Ayer precisamente la dirección de la compañía hizo público un plan de saneamiento, que incluye la supresión de 3.400 de los 24.000 trabajadores en plantilla.
El Consejo de Ministros ya debatió el miércoles la situación de la compañía de bandera, respecto a la cual "no se ha previsto hipótesis alguna de liquidación. A Alitalia hay que salvarla. Lo que se dijo es que es inútil dar financiación a una compañía si después a los tres años viene a pedir más dinero", según Lunardi.
El ministro se reunió también con los nueve sindicatos del sector aéreo para hablar de posibles medidas de reactivación, aunque al parecer no consiguió su objetivo, dado que las centrales emitieron un comunicado en el que califican de altamente decepcionante ese encuentro.
El plan diseñado por la aerolínea incluye el ajuste sobre 2.500 personas ya anunciado tras los atentados del 11 de septiembre (1.600 de ellos personal de tierra y el resto de vuelo), a los que se suman ahora otros 900 por jubilaciones anticipadas.
Medidas
Además, el paquete de medidas, que tiene como objetivo reducir drásticamente las pérdidas de la compañía en el año próximo y equilibrar su balance en 2003, incluye inversiones de 1.500 millones de euros para la modernización de la flota. Asimismo, se prevén otros 350 millones de euros en ayudas al sector, así como la eliminación de rutas y la venta del operador turístico Italiatour y del edificio de la sociedad en Roma.
El administrador de la aerolínea, Francesco Mengozzi, subrayó que este plan de emergencia permitirá a la compañía italiana de bandera recuperar su equilibrio económico, salvaguardar su posición estratégica y su valor en Bolsa y garantizar el desarrollo de la sociedad una vez absorbido el impacto de la crisis provocada por los atentados terroristas con aviones suicidas en EE UU.
La financiación se obtendrá a través de los 380 millones de euros pendientes de la última ampliación de capital y entre 1.200 y 1.400 millones de euros aportados por socios privados en el primer semestre del próximo año. Esta partida se obtendría a través de una emisión de bonos convertibles por valor de 906,8 millones de dólares, según informa Reuters sin citar fuentes oficiales. Si esa emisión se canjeara la participación del Estado, pasaría del 53% actual al 18%.
Por otra parte, la dirección de Construcciones Aeronáuticas (CASA) ha expresado su convencimiento de que Alemania cumplirá los compromisos que contrajo en el proyecto de fabricación del avión de transporte militar A-400M, que debe desarrollar la división militar del consorcio europeo Airbus. El programa de fabricación de este aparato de nueva creación prevé que el ensamblaje se haga en Sevilla.