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POLÍTICA

Piqué y Straw se comprometen a llegar a un pacto sobre Gibraltar antes del verano

Los ministros de Exteriores de España y Gran Bretaña, Josep Piqué y Jack Straw, se comprometieron ayer a poner fin al contencioso sobre Gibraltar antes del próximo verano mediante un pacto que permita a la colonia británica un cierto nivel de autogobierno.

Los responsables de Exteriores de ambos países, Josep Piqué y Jack Straw, reiniciaron ayer en Barcelona las conversaciones del proceso de Bruselas, iniciado en 1984 y desbloqueado tras el último encuentro que mantuvieron el presidente español, José María Aznar, y el primer ministro británico, Tony Blair.

Al finalizar esta primera reunión, ambos Gobiernos emitieron un comunicado conjunto en el que constatan que el acuerdo final "resolverá todos los temas pendientes, incluyendo la cooperación y la soberanía". La fórmula final podría pasar por una soberanía compartida durante 50 años, tras los cuales Gibraltar se incorporaría a España, manteniendo sus habitantes el derecho al pasaporte británico.

Piqué y Straw reiteraron su invitación a Peter Caruana, primer ministro de Gibraltar, para que se sume a las conversaciones, con una voz "separada" pero integrada en la delegación británica. Caruana declinó asistir al encuentro de Barcelona.

Ambos ministros aseguraron que respetarán el resultado del referéndum que Gran Bretaña debe convocar en su colonia para ratificar el eventual acuerdo que se alcance con España (la Constitución de 1969 otorga a los gibraltareños la última palabra ante un pacto hispano-británico). Lo que "nunca aceptará España", aclaró Piqué, es su autodeterminación. "España no puede renunciar a la reivindicación histórica de la reintegración plena de la soberanía de Gibraltar", puntualizó. El ministro español reconoció, no obstante, que "no estamos en una negociación de todo o nada" y se trata de un "proceso lento".

Straw no quiso especular sobre un hipotético referéndum, pero aseguró que si los gibraltareños rechazan la propuesta en una consulta, la colonia continuará bajo soberanía británica y mantendrá las obligaciones que fija el Tratado de Utrecht. Este acuerdo, de 1713, establece que si Gibraltar deja de ser colonia británica, debe reintegrarse a España.

El ministro británico acogió bien la propuesta española de aumentar en 100.000 las líneas telefónicas de Gibraltar y extender a sus habitantes la sanidad española.

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