La Bolsa de Madrid ultima la admisión de nuevas categorías de miembros
Los mercados españoles avanzan en el proceso de desmutualización de sus estructuras. La Bolsa de Madrid ultima la admisión de dos nuevas categorías de miembros. Ibercaja será la primera entidad financiera que participe en el mercado sin hacerlo a través de una sociedad de valores y Lisbon Brokers será el primer miembro no mutualista.
La reforma de la Ley del Mercado de Valores abrió a finales del año pasado la posibilidad de disociar la condición de miembro y de accionista de las Bolsas. En las próximas semanas, una vez culminen los trámites administrativos ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la Rectora madrileña, la agencia de valores Lisbon Brokers se convertirá en primer miembro no accionista de la Bolsa de Madrid. Paralelamente, Ibercaja será la primera entidad financiera que participe en el capital de la Bolsa madrileña y sea miembro de la misma sin contar con una sociedad o agencia de valores.
La Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado para 2001 estableció que el capital de las Bolsas se distribuirá entre los miembros "que deseen" ser accionistas. Antes, se exigía que lo fueran todos los miembros. Para operar, por tanto, había que participar obligatoriamente en el capital. La ley dividía a los miembros en sociedades y agencias de valores y establecía que, dentro de cada uno de los dos grupos, a todos los integrantes les debía corresponder el mismo número de acciones. Así, al cierre de 2000 el capital de la Bolsa de Madrid estaba repartido entre 41 sociedades y 11 agencias de valores. Cada una de las sociedades, con independencia de su tamaño, tenía 80.000 acciones (un 2,3% del capital) y cada agencia, 16.000 títulos (0,46% del capital). Las sociedades de valores eran titulares del 94,91% del capital y las agencias, del restante 5,09%.
Lisbon Brokers, la primera firma que se incorpora al mercado sin tomar participación en el capital, fue fundada en 1999 y comenzó su actividad en enero de 2000 en la Bolsa de Portugal. Es una agencia de valores independiente no vinculada a ningún grupo financiero que ha alcanzado una notable cuota de mercado en Portugal en muy poco tiempo. Según sus datos, ha sido segunda por contratación en octubre con una cuota del 9,64% y es cuarta en el acumulado anual con un 9,16%. Tras el éxito alcanzado en Portugal, decidió abrir sucursal en España para dar un servicio conjunto ibérico. Está enfocada a inversores institucionales.
Lisbon Brokers deberá pagar un canon de admisión como miembro, pero no habrá de desembolsar una participación en el capital. Quien sí lo hará es Ibercaja. La caja presidida por Manuel Pizarro -que a su vez es vicepresidente de la Bolsa de Madrid- se convertirá en la primera entidad financiera que participe directamente en el capital de la Rectora, ahora exclusivamente en manos de sociedades y agencias de valores. La entrada se realizará con una ampliación de capital y la valoración de referencia será mucho más alta que en incorporaciones anteriores.
Una valoración más alta
En 2000 se incorporaron a la Bolsa de Madrid ocho sociedades de valores que desembolsaron 57,77 euros por acción, un precio que implicaba una valoración para la Rectora -posterior a la ampliación- de unos 200 millones de euros (unos 33.277 millones de pesetas), en línea con su valor teórico contable, que era la referencia que establecía la normativa anterior.
La reforma legal de diciembre de 2000 remite a los "oportunos acuerdos societarios" para fijar "los derechos y condiciones en que se producirán las participaciones accionariales". Con esa premisa, y según fuentes del mercado, se baraja una valoración de entre dos y tres veces el valor teórico contable de cara a la entrada de Ibercaja en el capital de la Bolsa de Madrid. Eso supondría una valoración -exclusivamente a estos efectos- de aproximadamente entre 70.000 y 100.000 millones de pesetas para el mercado madrileño.