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Bancaja y CAM crean su corporación sin las participaciones más valiosas

Bancaja y CAM presentaron ayer la corporación financiera conjunta que venía reclamando desde hace meses Eduardo Zaplana. Lo hicieron a regañadientes y el resultado final es una empresa, aún no constituida, que agrupará participaciones valoradas en 127 millones de euros (21.131 millones de pesetas), apenas un 10% del valor de las carteras industriales de ambas entidades.

Los presidentes de Bancaja, Julio de Miguel, y de Caja de Ahorros del Mediterráneo, Vicente Sala, presentaron ayer el proyecto de corporación financiera conjunta que los consejos de administración que presiden tuvieron que aprobar con urgencia el pasado jueves, por exigencia del presidente valenciano Eduardo Zaplana.

El proyecto, gestado durante meses y al que se resistía especialmente la CAM, se precipitó esta semana, según diversas fuentes, por el deseo de la Generalitat de "tapar" el golpe de mano que iba a dar el jueves en las Cortes valencianas, donde acaparó los 28 vocales de la asamblea de Bancaja que debía repartirse proporcionalmente con la oposición.

La precipitación del acto se evidenció cuando De Miguel y Sala presentaron una corporación, con forma de sociedad limitada, que no tiene nombre, capital social, sede, presidente ni consejero delegado. Todo ello "se decidirá más adelante", según reiteraron ambos presidentes.

En cuanto a los activos de la nueva corporación, las cajas se han negado a incluir sus participaciones más valiosas, con excepción de una parte de sus acciones de la concesionaria Aurea. Las empresas incluidas son sólo aquellas en las que la Generalitat ha obligado a las cajas a entrar por razones políticas, como los fondos de capital riesgo, las empresas que explotan el hospital público de Alzira y su aparcamiento, Terra Mítica, FC&M -rectora del inactivo mercado de futuros de cítricos-, Euroinfomarket y Encovagás, sociedad energética en la que las cajas han desembolsado 30 millones de pesetas y que está inoperante desde mayo.

En total, son 10 empresas, la mayoría en pérdidas o inactivas. Según Julio de Miguel, "lo que hemos aprobado es mucho, porque es un camino inicial en el que vamos a seguir trabajando". Y añadió, a preguntas sobre la posible fusión, que la colaboración iniciada "acabará en lo que acabe".

De Miguel y Sala explicaron que las decisiones de la corporación tendrán que ser aprobadas por los consejos de ambas cajas y no supieron explicar si serán éstas las que compren participaciones y se las cedan a la empresa conjunta o le inyectarán fondos para que compre directamente.

Las excluidas

La cartera industrial de la nueva corporación vale sólo 127 millones de euros, de los que el 77% corresponde al 6% de Aurea, valorado en 98 millones de euros (16.300 millones de pesetas).

Esto supone apenas un 10% del valor de las dos carteras industriales juntas, que a 30 de junio era de 920 millones de euros (153.000 millones de pesetas), a los que hay que añadir las compras del 5% de NH Hoteles por parte de Bancaja y del 3% de Sol Meliá por parte de la CAM.

Estas dos participaciones están entre las excluidas del acuerdo, junto a una treintena de empresas por ambas partes. Destaca la exclusión de las poderosas constructoras e inmobiliarias Cisa, Actura y Hansa Urbana y, especialmente, la de Bami, de la que controlan el 20% entre las dos cajas.

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