La nueva ronda comercial aplaza el recorte de ayudas agrarias a 2005
El acuerdo para lanzar una nueva ronda de liberalización comercial en el seno de la OMC permitirá a la UE mantener su actual esquema de ayudas a la agricultura al menos hasta 2005, ampliando más de un año el calendario establecido en la Ronda de Uruguay. En la nueva negociación agraria se incluirá también el desmantelamiento de las subvenciones de EE UU y de las barreras en Japón.
La Unión Europea, en general, y España, en particular, han salido bien paradas de Doha. æpermil;se es el sentir de la delegación española que participó en la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que, al margen del impacto positivo que supone para la economía mundial el acuerdo para lanzar una nueva ronda de liberalización comercial, valora muy positivamente los compromisos asumidos en los capítulos agrícola, de servicios y en bienes industriales.
En materia de agricultura, principal caballo de batalla de los Quince, el acuerdo alcanzado en la capital de Qatar establece el inicio de negociaciones en el año 2003 para reducir, a largo plazo y de forma gradual, todo tipo de ayudas, sin prejuzgar además el resultado de la negociación, que será determinante, sobre el ritmo y la cuantía de las rebajas.
Una solución que permite a la UE continuar con su actual esquema de restituciones a la exportación hasta 2005, fecha fijada para la celebración de una nueva conferencia ministerial, y que supone ampliar más de un año el calendario de la Cláusula de Paz pactada en la Ronda de Uruguay, por la que se autorizaba a la Unión Europea a mantener dichas restituciones a la exportación únicamente hasta el 31 de diciembre de 2003.
Además, y como explicaba ayer el secretario general de Comercio Exterior, Francisco Utrera, el compromiso de extender la reducción a "todo tipo de ayudas", permite incluir en las negociaciones de liberalización agraria los créditos a la exportación de EE UU y las barreras y empresas estatales de comercialización japonesas, entre otras, y no sólo las medidas de protección comunitarias, que eran las únicas afectadas por la Ronda de Uruguay.
Muy importante ha sido también la aceptación del principio de "multifuncionalidad", defendido por la UE, que permitirá incluir en las futuras negociaciones de liberalización agraria aspectos no comerciales como el desarrollo rural, la protección del medio ambiente, la sanidad animal o la seguridad alimentaria.
En definitiva, y como resumía Francisco Utrera, "se trata de cumplir con los compromisos de la Ronda de Uruguay sin la necesidad de eliminar totalmente las subvenciones y considerando las preocupaciones no comerciales, lo que permitirá modificar el esquema de ayudas de la UE minimizando el impacto sobre las mismas".
Al margen de la agricultura, los mayores beneficios para España por el lanzamiento de una nueva ronda se obtendrán por la liberalización de los mercados para productos no agrícolas. Este punto, que no estaba recogido en la Ronda de Uruguay, obligará a una notable reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias para los bienes industriales y de consumo, productos en los que la industria española es muy competitiva y que aportan el 80% de nuestra exportación total.
También se ha producido un avance muy importante para los intereses españoles en el capítulo de servicios, sector para el que se fija un calendario de liberalización que finaliza en 2005.
Finalmente, en materia de denominaciones de origen, se ha obtenido el compromiso de negociar la creación de un Registro Multilateral para la Protección de las Indicaciones Geográficas en vinos y bebidas, también antes de 2005. Y, al mismo tiempo, se formará un grupo de trabajo para extender esta protección a otros productos con el mandato expreso de obtener resultados a final de 2002.