La SEPI y los sindicatos desbloquean el plan industrial de Izar
El plan industrial para el grupo público de construcción naval Izar puede salir a flote. La SEPI y los sindicatos han cerrado un preacuerdo de convenio colectivo para los cerca de 6.000 trabajadores de la antigua Astilleros Españoles (AESA), que presumiblemente será suscrito la próxima semana. El pacto da carpetazo a nueve meses de desencuentros, huelgas y paros que podían poner en cuestión el cumplimiento de los plazos de construcción de varios buques adjudicados a Izar.
El acuerdo alcanzado, con una vigencia hasta finales del próximo año, supone dar a Izar el tratamiento de empresa pública en beneficios, lo que le permite aplicar un incremento salarial por encima del IPC oficial, fijado en el 2%. El aumento, que los sindicatos lo querían situar en el IPC real, era uno de los principales puntos de desencuentro entre las centrales y la dirección del grupo público.
El incremento salarial puede llegar al final al 2,75%, pese a que Izar tiene previsto perder este año por encima de los 20.000 millones de pesetas (120,2 millones de euros). Estos resultados negativos estarán, en una buena parte, provocados por el saneamiento acelerado que se quiere aplicar al balance de la sociedad.
La subida, sin embargo, estará condicionada. Este año, la plantilla de las factorías de la antigua AESA (Puerto Real, Cádiz, Sevilla, Gijón, Manises, Astano y La Naval de Sestao) tendrá que aplicarse para conseguir un 0,75% más de incremento. Así, para el final de 2001 el absentismo se deberá haber reducido un 5%; la cuenta de explotación, mejorado un 20%, y puestos en marcha diversos mecanismos de flexibilidad laboral. Además, el ritmo de construcción de los barcos encargados tendrá que mantener el calendario previsto sin que se hayan producidos retrasos.
Empresa en beneficios
Para el ejercicio de 2002, a pesar de que Izar tendrá de nuevo una cuenta de pérdidas y ganancias negativa, la SEPI, dependiente del Ministerio de Economía, seguirá considerándola como una empresa en beneficios. El incremento salarial sobre el IPC previsto también quedará ligado al cumplimiento de determinados objetivos y el aumento final no deberá superar el porcentaje marcado para las compañías públicas con números negros.
El objetivo de la SEPI es que en 2003 todos los trabajadores de Izar, unos 11.000, tengan un único marco de relaciones laborales. De momento, las plantillas procedentes de Bazán y de Astilleros Españoles tienen diferentes convenios y ambos vencen a final de 2002.
La consecución del acuerdo supone reactivar las negociaciones del plan industrial hasta 2005, aparcado desde hace más de seis meses.
El diseño en el que trabajaban los ejecutivos de Izar pasa por invertir 55.000 millones de pesetas en investigación y desarrollo, un rejuvenecimiento de plantilla y el mantenimiento de todos sus centros productivos. Paralelamente quiere reducir los costes y ofrecer productos y servicios con un mayor grado de sofisticación y prestaciones.
Izar es el noveno constructor naval del mundo y el segundo europeo. Su cartera de pedidos en la actualidad se acerca los 600.000 millones de pesetas (3.606 millones de euros) entre su división civil y militar.
Penalizaciones millonarias por los retrasos
Mantener los calendarios de entrega de los barcos firmados con varios armadores ha sido uno de los acicates para cerrar el acuerdo entre Izar y los sindicatos. El incumplimiento de los plazos, si finalmente se llegan a producir, puede añadir más lastre a la ya deteriorada cuenta de resultados del grupo público de construcción naval.
Por ejemplo, en el contrato de fabricación de varios buques de transporte de gas natural para navieras como Knutsen, Elcano o Tapias se especifica que el retraso en la entrega de cada barco puede ser penalizado con cerca de 20 millones de pesetas diarios (120.000 euros).
Izar, visto el ritmo de las huelgas y paros que se estaban produciendo durante estos últimos meses en sus astilleros por no llegar a un pacto en el convenio, temía que los retrasos se llegarán a producir. La firma del marco de relaciones laborales puede permitir recuperar el ritmo de producción perdido en los paros, aunque en algunas factorías se tengan que realizar horas extras para cumplir los objetivos.
En cualquier caso, los astilleros públicos seguirán en pérdidas hasta 2004. En 2002 sus resultados negativos superarán los 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros) y en 2003 serán más de 1.000 millones de pesetas (seis millones euros).