Wall Street supera el pánico y sólo pierde el 0,56%
Aerolíneas y grupos hoteleros ceden con fuerza tras estrellarse un avión en EE UU. El Nasdaq gana el 0,64%
El difícil equilibrio que habían mantenido los mercados estadounidenses desde los atentados del 11 de septiembre se rompió ayer, aunque momentáneamente. Dos meses después de aquel suceso, la noticia de un nuevo siniestro aéreo en Nueva York exacerbó el temor a una oleada de ataques terroristas. El pánico se apoderó de los inversores y los índices se desplomaron. Poco a poco, sin embargo, volvió la calma. Al cierre, el Nasdaq se anotó un 0,64%. El Dow Jones quedó en negativo, pero limitó la caída al 0,56%.
El nerviosismo se desató cuando se conoció que un avión de la compañía American Airlines se había estrellado cerca del aeropuerto JFK pocos minutos después de despegar. Conforme aparecían indicios que apuntaban a un accidente, no a un atentado terrorista, la angustia se mitigaba.
La catástrofe aérea se produjo sólo 13 minutos antes de que se abriera la sesión en Wall Street. Hasta ese momento, los futuros sobre los principales índices se anotaban ganancias, lo que hacía pensar en una sesión de tranquilidad por ser día semifestivo y por el cierre positivo de la semana anterior. El Dow Jones había acumulado en cinco jornadas más del 3% y había superado el nivel previo a los ataques terroristas.
Ciena había sido responsable en gran medida del tono positivo de la preapertura. La compañía de fibra óptica había anunciado que sus resultados del cuarto trimestre fiscal serán algo mejores de lo esperado, aunque también reducirá la plantilla. La empresa subió un 9,6% y fue uno de los valores que más puntos aportó en la mejoría del índice tecnológico estadounidense.
AMR retrocede el 9%
El mayor castigo de la jornada correspondió a las compañía aéreas. AMR, matriz de American Airlines, fue una de las más penalizadas, con un retroceso del 9,05%. La pérdida llegó a ser del 28% en algunos momentos de la sesión, cuando se temía que el siniestro no hubiera sido un mero accidente.
El suceso también salpicó otras aerolíneas no directamente relacionadas. El previsible bajón de tráfico de viajeros hizo que los inversores optaran por vender títulos. Continental retrocedió un 9,09%, y Delta Airlines, el 10,47%.
"La incidencia del suceso en el tráfico aéreo dependerá en las causa que se determine", afirmaban los analistas de Standard & Poor's. Sin embargo, la propia incertidumbre hasta que se determinen completamente las causas "provocará una fuerte caída en el tránsito a corto plazo", añaden los expertos en su informe.
Las consecuencias negativas afectaron a otras empresas del sector turístico. Starwood Hotels, propietario de las cadenas Sheraton y Westin, se dejó un 1,16%, y Marriott International, el 4,4%.
Ciena anima la tecnología
Bajaron también algunas compañías de peso de la industria aeroespacial y de defensa. United Technologies cedió un 3,08%.
Como sucedió el 11 de septiembre, subieron las empresas dedicadas a sistemas electrónicos de seguridad y programas informáticos de reconocimiento. Visionics ganó un 10,2%; Invision, el 8,52%, y Visage, el 13,7%.
En otros sectores, destacó el avance de la eléctrica Enron, un 7,07%, después de conocerse el acuerdo de compra por parte de Dynegy, que subió un 14,3%. Los analistas aplaudieron la operación, pero temen que la aprobación del regulador tarde en llegar.
El anuncio de Ciena quedó ensombrecido en principio por el accidente, pero el mensaje caló entre los operadores que apostaron de nuevo por los tecnológicos. La temporada de presentación de resultados se acerca a su fin y la ausencia de anuncios desastrosos, como habían anticipado los más agoreros, ha hecho que un optimismo relativo se haya filtrado en el sector de la nueva economía.
La noticia impulsó otra empresa tecnológica de peso, como JDS Uniphase, que sumó un 5%. Intel, Microsoft y la biotecnológica Immunex también registraron alzas importantes.
Por su parte, Cisco se recuperó de las pérdidas iniciales y acabó con ganancias. El presidente de la compañía, John Chambers, mostró un moderado optimismo respecto los resultados futuros de la compañía.