Opel España confirma un plan de ajuste que costará 650 empleos
El presidente de Opel España, Juan José Sanz, aseguró ayer en rueda de prensa que la empresa negocia con los sindicatos la implantación de más medidas de flexibilidad para poder adaptar la producción a los vaivenes del mercado.
El máximo responsable de Opel España reclamó mayor flexibilidad para abordar el plan de reestructuración del grupo automovilístico, el bautizado como Plan Olympia. "Estamos por detrás de nuestros competidores", aseguró Sanz, "sólo tenemos nueve días de vacaciones flotantes, que son pocos, y las fluctuaciones de la demanda son muy importantes". La empresa ha recurrido a un expediente de regulación temporal de empleo este año, el segundo en 20 años, para rebajar la producción a 365.000 coches, frente a las 430.000 unidades de capacidad de la planta.
En esencia, Juan José Sanz quiere que la factoría de Opel, filial europea de General Motors, en Figueruelas (Zaragoza) gane competitividad en un momento muy complicado para la empresa en Europa. Tanto en Figueruelas como en el resto de las fábricas de Opel en Europa se está negociando la aplicación del Plan Olympia, diseñado para que la automovilística vuelva a la rentabilidad en Europa en 2003. La flexibilidad reclamada por el máximo responsable de Opel España supone avanzar en el plan de revitalización de la empresa en España.
Por lo que respecta a la planta española, Sanz señaló que, aunque los rumores sobre su cierre han sido totalmente infundados, era importante avanzar en una reducción de costes que no quiso cuantificar. Para ello recordó que se negocia la externalización de varias actividades (chasis, división logística de envío de material y tráfico) que afectan a 650 trabajadores. Los sindicatos quieren evitar que estas personas salgan de la estructura de GM Europa y Sanz se ha declarado abierto a negociar esta opción.
"Podemos absorber un cierto número de personas, pero no a todas, porque de esa manera asumiríamos más costes, que es lo contrario a lo que queremos". Sanz dijo no entender por qué cada vez que se planteaban externalizaciones se esperaba una destrucción de empleo. "Las empresas que asumen nuestra actividad han crecido y creado aún más empleo en la región".
En Opel la aplicación más dura del Plan Olympia se está produciendo en Alemania (en Rüsselsheim y Bochum), y en Bélgica, donde se habla del despido de unos 900 trabajadores de la factoría de Amberes.
Una de las preocupaciones de los sindicatos radica en los planes de futuro de la empresa que ya elabora un plan para la fabrica en 2003, cuando se construya el nuevo modelo Monocab. Este coche, que se añadirá a la línea del Corsa, supondrá entre el 40% y el 45% de la producción y los trabajadores temen que no haya plantilla suficiente para hacerse cargo de este nuevo modelo.
Sanz prefirió no hacer previsiones cerradas con respecto al futuro, pero señaló que 2002 será un año difícil, "algo que ya habíamos visto incluso antes de los atentados del 11 de septiembre en EE UU".
Evolución del mercado
Según Sanz, el repunte de ventas en octubre en España y otros mercados como el italiano y el francés es anómalo y están basados "en el temor que tienen algunos de cambiar todas sus pesetas por euros", en clara alusión al posible blanqueo de dinero que pueda deducirse del aumento de operaciones al contado hechas en ese mes. Por lo que respecta a los resultados, Sanz reiteró que 2001 va a ser peor que 2000 (cuando se registraron pérdidas de 7.451 millones de pesetas) y 2002, tampoco será mejor. Una etapa difícil para una empresa que tradicionalmente en España había sido la más rentable del sector.
A la situación económica de la empresa se volvió a referir Sanz cuando se le recordó que los trabajadores piden un plan social: "Para negociarlo deberíamos tener fondos y no es el caso". Esta es la principal reclamación de los sindicatos de la empresa, que la reestructuración sea lo menos traumática posible.
Las perspectivas de Opel serán diferentes para 2003, fecha en la que la planta zaragozana comenzará a fabricar el nuevo modelo monovolumen, y que a partir de ese año acaparará el 45% de la producción de los 1.950 vehículos al día que se fabriquen en Figueruelas, incluidos los del modelo Corsa.
"Mientras Opel España sea competitiva y seamos capaces de mejorar el negocio, tenemos el futuro asegurado", afirmó en Zaragoza el presidente de la compañía, que recordó que la multinacional ha demostrado que apuesta por la planta aragonesa con la inversión de 75.000 millones de pesetas para el desarrollo del futuro monovolumen que se fabricará en Figueruelas a partir del año 2003.