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Wall Street recibe con dudas el acuerdo parcial en el proceso contra Microsoft

La decisión de nueve fiscales estatales de sumarse al pacto amistoso con Microsoft fue recibida sin euforia en Wall Street. Los expertos no tienen claro si esto beneficia o no a la compañía. Ante la disyuntiva, los inversores han optado por "esperar y ver" qué ocurre.

Las acciones de Microsoft oscilaron ayer sin convicción (a media jornada subían un 0,25%), a pesar de que nueve Estados han decidido sumarse al acuerdo amistoso negociado por el Departamento de Justicia para poner fin al juicio antimonopolio.

El analista James Lucier, de Prudential Securities, publicó una nota en la que da el juicio prácticamente por liquidado y dice que los fiscales disidentes tienen muy pocas posibilidades de éxito actuando en solitario.

Pero algunos expertos legales opinan exactamente lo contrario. Es decir, que la celebración de una nueva fase del juicio al mismo tiempo que se debaten los méritos del acuerdo amistoso hará más difícil que dicho convenio sea autorizado en los términos actuales.

Microsoft también comparte este temor, y por eso pidió a la juez Colleen Kollar-Kotelly que suspendiera la nueva fase del juicio hasta que haya decidido sobre el acuerdo amistoso. Pero la instructora del proceso rechazó la petición.

Los fiscales que se oponen al acuerdo tendrán que empezar a preparar de inmediato una nueva propuesta de sanciones que tendrán que presentar a la juez en diciembre. Y el juicio continuará con una nueva tanda de audiencias en marzo. Mientras, la juez irá celebrando la ronda de consultas públicas para ver si autoriza o no el convenio amistoso.

Así las cosas, los inversores han optado por la prudencia. A pesar de la acelerada bajada de tipos de interés en EE UU y de los estímulos fiscales que prepara el Congreso, los economistas dan por segura la caída en recesión. Y la industria tecnológica es una de las que se está viendo más dañada por el freno de la demanda.

La consultora Gartner Dataquest calcula que las ventas de ordenadores personales (PC) cayeron más de un 10% en EE UU durante el tercer trimestre del año. Y la firma IDC prevé un declive adicional del 31% para el cuarto trimestre.

A medio plazo, las perspectivas para toda la industria tecnológica son muy pesimistas. Goldman Sachs acaba de sondear a 100 gestores de tecnología de la información y un 55% afirma que la inversión en tecnología se mantendrá estancada o bajará durante 2002.

Microsoft tiene muchas esperanzas depositadas en el nuevo sistema operativo Windows XP, lanzado en octubre, y en la videoconsola Xbox, que sale al mercado en EE UU el próximo día 15.

Pero Shelley Hale, de Bank of America, asegura que el Windows XP conseguirá, como mucho, "reducir algo la caída" de ventas de PC. Y Mary Meeker, de Morgan Stanley, dijo el lunes que el Xbox puede perder en torno a 1.000 millones de dólares antes de que empiece a dar beneficios en 2004.

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