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El paro acelera su ritmo de crecimiento en Francia

El deterioro del mercado laboral es ya una realidad en Francia. La cifras de desempleo registraron en septiembre su quinto mes consecutivo de alza, según los datos revelados ayer por el Instituto de Estadística. El desempleo afecta ya al 9,1% de la población. Los malos datos amenazan con contagiar al consumo privado, poniendo en peligro el crecimiento económico.

La ministra francesa de Empleo, Elisabeth Guigou, reconoció ayer el empeoramiento de las perspectivas. "Está claro que no estamos en la misma situación que a comienzos de año. Ahora sufrimos el impacto de la desaceleración económica mundial", afirmó la ministra.

Pese al optimismo de Guigou, que ayer señaló que "la mala situación actual sólo durará unos meses", las perspectivas son de agravamiento de la situación. La publicación de los datos de septiembre coincidió con el anuncio de Alcatel, el gigante francés de las telecomunicaciones, de que recortará 10.000 empleos en toda Europa. Las compañías de la UE han anunciado para este año la destrucción de unos 400.000 puestos de trabajo.

El miedo al desempleo amenaza ahora con afectar al consumo privado. El débil contexto económico internacional está repercutiendo en el sector exterior francés, especialmente sensible a la crisis, toda vez que EE UU es el destino del 14% de las exportaciones francesas.

En estas circunstancias, el buen comportamiento del consumo es el factor que ha apuntalado el crecimiento económico. La expansión interanual del PIB francés fue en el segundo trimestre del 2,3%, según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). La confianza de los consumidores está en el peor nivel de los últimos tres años. La política de las empresas -incide en cuadrar las cuentas a costa de reducir plantilla- amenaza el crecimiento del PIB.

Los malos datos llevan al ministro francés de Economía, Laurent Fabius, a reclamar el apoyo del BCE. Pero la autoridad central rechaza relajar su política monetaria mientras la inflación se mantenga elevada en la zona euro.

Moderación de los precios

El BCE marca el 2% como nivel de inflación adecuado para garantizar la estabilidad de precios. La meta, que no se ha cumplido en todo el año, parece ahora más cerca de lograrse. La tendencia en toda Europa es de moderación de los precios. Así lo corrobora la inflación media de los 12 países de la zona euro, que en septiembre bajó al 2,5%, frente al 2,7% de agosto.

Las cifras preliminares de inflación en Italia en octubre apuntan que la tendencia continuará estos meses, incrementando la presión sobre el BCE para que baje los tipos. La tasa interanual de inflación se situó en octubre en el 2,5%, el nivel más bajo en Italia desde mayo de 2000.

La pelota está ahora en el tejado del BCE. Christian Noyer, uno de los vicepresidentes de la entidad, reiteró ayer que se tiene que consolidar la tendencia de la inflación antes de considerar cambios en los tipos. Mientras tanto, las empresas se resisten a aumentar la inversión y la caída constante de los beneficios se traduce en despidos, como ahora está sucediendo en Francia.

Precisamente ese deterioro del mercado laboral llega en el peor momento, electoralmente hablando, para el primer ministro francés, el socialista Lionel Jospin.

El Gobierno se atribuye el éxito de la reducción del paro desde el 12,6% heredado en junio de 1997 hasta el récord del 8,7% alcanzado en marzo, la cifra más baja en 18 años. Jospin planea presentarse a los comicios presidenciales de abril de 2002. La nueva situación, con el aumento constante del paro y la desaceleración económica, no parece el mejor argumento electoral.

 

El euro pierde terreno frente al dólar

La moneda única sigue perdiendo batallas frente a la divisa estadounidense. La moneda europea volvió a cotizar ayer a la baja y se vendió en el mercado de divisas a 0,902 dólares, frente a los 0,904 del lunes. El BCE fijó el tipo de cambio oficial en 0,9042 dólares.

La fe que los inversores tienen en EE UU permitió que el dólar volviese a ganar terreno al euro, pese a que al PIB estadounidense registró en el tercer trimestre del año la mayor caída en una década.

La economía de EE UU se contrajo un 0,4% y toma el camino directo hacia la recesión. Sin embargo, el dato fue mejor de lo previsto y eso sirvió para animar inmediatamente la cotización del dólar.

Los operadores habían anticipado fuertes caídas del dólar después de que el lunes se publicase que la confianza de los consumidores se situó en octubre en el nivel más bajo en siete años y medio.

Los inversores creen ahora que la recuperación económica de EE UU está más cerca. Se reclaman dólares porque, incluso en crisis, invertir en EE UU sigue siendo más atractivo que en la zona euro.

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