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Los mercados se resienten de la grave crisis argentina

Operadores, inversores, analistas y participantes en el mercado, en general, se muestran más cautos después del buen comportamiento desarrollado por el mercado desde el mínimo alcanzado el 21 de septiembre. Cualquier pretexto es bueno para no asumir riesgos en la coyuntura actual.

La Bolsa española inició la recta final de octubre con un serio tropezón. El Ibex retrocedió un 2,08%, atenazado por la gran banca, después de que SCH presentara un resultado peor de lo esperado y revisara a la baja los beneficios para el ejercicio en su conjunto. Por si fuera poco, el precio del bono argentino sufría un desplome del 12,92% y el riesgo- país subió un 9,81%, en medio de un ambiente de gran pesimismo por el retraso de la presentación del nuevo plan económico del Gobierno, lo que dio lugar a crecientes rumores de impago de la deuda.

La inestabilidad en Argentina, sumada a las alertas sobre beneficios, provocaron un fuerte descenso del sector bancario español. La entidad presidida por Botín cedió un 3,89% y arrastró consigo a BBVA, que registró un descenso del 4,09%.

Telefónica fue otra de las perjudicadas por las noticias procedentes de Latinoamérica. Se dejó un 3,47%. Estos tres valores de peso aportaron 163 puntos de los 165 que se dejó el Ibex.

El anuncio de la entidad española no fue el único presagio negativo en el sector bancario europeo. El presidente de Commerzbank, Klaus Pe-ter Müller, declaró durante el fin de semana a un diario alemán que no desecha la posibilidad de registrar pérdidas este año. "El contexto es demasiado incierto para descartarlo", afirmó Müller. A pesar de la advertencia, el valor limitó la caída al 0,28%. Por su parte, el banco de inversión Mediobanca anunció un descenso del 17% en el beneficio operativo.

Estas noticias hicieron mella en el índice Stoxx sectorial, que retrocedió un 2,3%. Además de las dos entidades españolas, que registraron los mayores descensos del grupo europeo, fueron notables las caídas de Royal Bank of Scotland, un 2,74%, así como HSBC, el 3,34%.

Descensos en EE UU

La apertura bajista de los índices estadounidenses no hizo más que acentuar el nerviosismo. Los expertos achacaban la preocupación a la temporada de presentación de resultados, que aún continúa, unida a la avalancha de datos macroeconómicos de relevancia que se esperan esta semana, incluidos el dato de confianza de los consumidores en octubre, el PIB en el tercer trimestre y la tasa de desempleo en octubre, que ya recogerá el efecto de los atentados del 11 de septiembre.

La caída del Nasdaq se llevó por delante a los valores tecnológicos europeos, después de una semana de abultadas ganancias. Nokia, Alcatel o Ericsson fueron algunas de las perjudicadas. El Nuevo Mercado español, sin embargo, logró salvar la sesión y subió un 0,52%, gracias a Amadeus y Avánzit.

En otros sectores, los valores más penalizados fueron los que tienen mayor exposición a Latinoamérica. Repsol bajó el 1,17% y Prisa, el 1,58%.

En el lado de las ganancias se situaron las empresas de servicios públicos y constructoras. Dragados ganó un 3,61% y Gas Natural, el 3,21%.

 

Aumenta la incertidumbre en Latinoamérica

Los inversores latinoamericanos siguen sin encontrar asidero al que agarrarse. El índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires se desplomó. Perdió un 8,67% y arrastraba consigo otros mercados de la región, especialmente São Paulo, que se dejó un 3,43%. El riesgo creciente de recesión mundial, unido a renovados temores de impago de deuda en Argentina no dejan resquicio para el optimismo.

El retraso de la presentación del plan económico del Gobierno de De la Rúa, que incluye una reestructuración voluntaria de la deuda, acentuó la percepción de que el Estado se pueda ver forzado a realizar esta operación para evitar el incumplimiento del pago. Según los expertos, en caso de realizarse el canje de deuda, la operación podría interpretarse como un impago porque generaría notables pérdidas entre los inversores.

A todo ello se unió la decepción por la ruptura de las negociaciones con las provincias para reducir las transferencias.

 

El volumen de negocio se modera por

la proximidad de los festivos

El jueves es fiesta nacional, pero los mercados abrirán sus puertas por la armonización de los horarios en la zona euro. Hay más. Un buen número de participantes en el mercado prolongará el asueto. El gran puente de noviembre está servido.

Aunque las tecnologías permiten operar en tiempo real desde cualquier punto o zona geográfica, la realidad es que muchos operadores e inversores aprovecharon ayer la situación de inestabilidad que se vivía en los principales mercados del mundo para permanecer al margen de la Bolsa con la excusa de los días festivos que vienen, aunque éstos no tengan reflejo alguno en la operativa normal de los mercados de acciones.

El mercado continuo moderó, de este modo, el ritmo de actividad de las últimas jornadas y terminó con un volumen de negocio de 1.384,5 millones de euros negociados, cifra, con todo, interesante respecto a los promedios de los dos últimos meses.

Los expertos señalaban ayer que a medida que se acerque el jueves las cifras de actividad tenderán a la baja, salvo que se produzcan acontecimientos excepcionales. Por ejemplo, noticias dramáticas en Argentina.

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