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Dos competidores acusan a Coca-Cola de prácticas de competencia ilícita

Pepsi Cola y Schweppes acusan a Coca-Cola en las demandas que ambas han presentado ante el Servicio de Defensa de la Competencia de impedirles competir en el mercado utilizando prácticas que podrían suponer un abuso de posición dominante. Aseguran tener pruebas que demuestran que Coca-Cola fideliza a sus clientes entregándoles sumas de dinero a fondo perdido "en metálico y en cheques de compra de El Corte Inglés".

Las demandas ante el Servicio de Defensa de la Competencia presentadas por los dos mayores competidores de la organización Coca-Cola en España, los grupos Pepsi Cola y Schweppes , coinciden en varios puntos. Ambas aseguran que con su decisión de iniciar un pleito contra Coca-Cola pretenden evitar que las presuntas prácticas anticompetencia de la organización de la multinacional de Atlanta acaben con su presencia en España.

En concreto, la demanda de Schweppes defiende que el comportamiento de Coca-Cola "obedece a una premeditada estrategia de exclusión perfectamente diseñada, que tiene por efecto inmediato erosionar progresivamente la presencia de sus competidores en el mercado y cuyo fin último es conseguir convertirse, al final, en el único proveedor de bebidas refrescantes del mercado". Y reconoce que las prácticas que se denuncian "tienen un efecto demoledor para Schweppes, cuyo mercado se va reduciendo progresivamente".

La dos demandas, agrupadas ya en un único caso por el Servicio de Defensa de la Competencia, aportan como pruebas de las presuntas actividades de Coca-Cola tres diferentes modelos de contratos formalizados entre Coca-Cola y establecimientos del sector de hostelería.

Schweppes y Pepsi Cola aseguran poder demostrar que Coca-Cola fideliza a sus clientes entregándoles cantidades de dinero a fondo perdido, "bien entregando dinero en efectivo directamente, bien en cheques de compra de El Corte Inglés". La primera fórmula la establece "enmascarándola en el denominado contrato de colaboración publicitaria, que fija la entrega de unos cinco millones a cambio de que el establecimiento tenga a la vista de sus clientes abundante material publicitario vinculado y proporcionado por la propia empresa.

Coca-Cola opera igualmente regalando grandes cantidades de producto de sus marcas de refrescos de cítricos (con la marca Fanta) y tónica (con la marca Nordic Mist). "Lo hace de forma absolutamente selectiva, y no con la misma intensidad en todos los mercados, lo que constituye, a juicio de los abogados de Pepsi Cola, una clara evidencia de la intención de Coca-Cola de expulsar del mercado a sus competidores".

Asimismo, añaden: "Los regalos decrecen en intensidad en los mercados en los que Schweppes o Pepsi Cola tienen una cuota más reducida".

Además, siguiendo la línea argumental de ambas denuncias, Coca-Cola establece con sus clientes de restauración contratos de suministro en exclusiva basados en descuentos de precio y asegurados con un aval bancario de dos millones que obliga a firmar a su cliente. Incluso formaliza contratos en los que se aseguran descuentos de precio de su sabor principal, la cola, vinculados a la compra de toda su gama.

 

Prácticas comunes de mercado

Los asesores legales del grupo Pepsi Cola reconocen que las prácticas que utiliza Coc-Cola son comunes al resto de los operadores del sector. "Pero, de acuerdo con la jurisprudencia en esta materia, el hecho de que Coca-Cola sea el operador dominante dentro del mercado relevante considerado (bebidas refrescantes carbonatadas), la inhabilita para practicarlas".

La demanda presentada por Schweppes fija en un 61% la cuota de mercado de Coca-Cola en el mercado de bebidas refrescantes, "mientras que ninguno de sus competidores alcanzó el 14% de mercado". Explica incluso que, como consecuencia de las prácticas denunciadas, "Coca-cola ha aumentado su cuota de mercado en dos años un 3,5%, mientras que Pepsi Cola logró crecer un 0,4% y Schweppes perdió un 0,6% de mercado".

Las dos denuncias contra Coca-Cola sientan un precedente en la historia de los pleitos por cuestiones de competencia en España, debido a que es la primera vez que los mayores operadores coinciden en la denuncia del líder.

Los denunciantes no cuantifican en sus demandas la sanción que a su juicio debería recaer sobre Coca-Cola por las presuntas prácticas que aseguran realiza. Sin embargo, sí exigen que, si finalmente el Tribunal de Defensa de la Competencia multa al líder de las bebidas refrescantes, se establezca un mecanismo de vigilancia eficaz sobre las actividades comerciales de la empresa al fin de evitar que en el futuro pueda seguir utilizando estas prácticas comerciales.

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