El Gobierno ruso abre la propiedad del suelo a los extranjeros
Los extranjeros pueden desde ayer comprar terrenos en Rusia, 10 años después de la caída del régimen comunista, pero sólo tendrán acceso al suelo urbano e industrial que no esté en zonas fronterizas o "sensibles".
El presidente ruso, Vladimir Putin, promulgó ayer el nuevo Código de la Tierra, que regula la compraventa por parte de los rusos y permite por primera vez entrar en el mercado a los extranjeros, aunque sigue dejando el suelo agrícola en manos del Estado.
El código fue impulsado por Putin y aprobado por las dos Cámaras del Parlamento, con la habitual oposición de los comunistas y sus aliados del Partido Agrario.
La propiedad privada de la tierra estaba garantizada por la Constitución rusa aprobada en 1993, durante la presidencia de Boris Yeltsin, pero era un derecho sin reglamentar debidamente.
Aun así el viejo código permitió en esta década a los rusos privatizar pequeñas parcelas o convertirse en copropietarios de la tierra de cooperativas agrícolas privatizadas, siempre a discreción de lo que decidieran autoridades locales o regionales. Yeltsin aprobó la compraventa de la tierra por decreto, pero el poderoso alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, por ejemplo, actuó por su cuenta y sólo permitió el alquiler con derecho a compra del suelo de la capital.
La nueva ley es parte del bloque de reformas impulsadas por Putin para modernizar Rusia y permitirá la venta de un 2% de los 17 millones de kilómetros cuadrados.