Bruselas mantiene en el punto de mira el Presupuesto de Irlanda por expansivo
El recalentamiento de la economía irlandesa sigue preocupando a la Comisión Europea a pesar de las correcciones introducidas en los Presupuestos generales y de la crisis que azota a EE UU, el principal socio comercial de Dublín. Bruselas evaluó ayer la situación presupuestaria del pequeño país, nueve meses después de que el consejo de Ministros de Economía de la UE rechazase el carácter expansivo del Presupuesto irlandés.
El departamento de Asuntos Económicos, que dirige el comisario Pedro Solbes, sentencia que se ha reducido "la incompatibilidad entre los planes presupuestarios irlandeses y el objetivo de estabilidad económica". Aun así, la atenta vigilancia comunitaria continuará sobre el Presupuesto para 2002, dado que "el recalentamiento de la economía disminuye muy lentamente y la inflación subyacente continúa muy alta". La Comisión advierte que el nuevo Presupuesto "deberá privilegiar claramente la búsqueda de la estabilidad".
Bruselas valora positivamente los incentivos fiscales al ahorro introducidos por el ministro irlandés de Economía, Charlie McCreevye, aunque también destaca que la hacienda pública ingresará este año un 1,5% del PIB menos de lo previsto como consecuencia de la menor actividad.
Por otra parte, el pleno del Parlamento Europeo se pronunciará el próximo jueves, en primera lectura, sobre el presupuesto de la UE para 2002, que asciende a 95.598 millones de euros en gastos, cifra que la Eurocámara ha propuesto incrementar en 3.299 millones de euros.
Otro aspecto polémico son las ayudas al sector pesquero y, en concreto, la Eurocámara reduce la partida de acuerdos internacionales de pesca en 90 millones.