La inflación de la UE cae en septiembre hasta el 2,5%
El IPC interanual armonizado de la UE registró en septiembre su cuarto mes consecutivo de caída hasta situarse en el 2,5%. La cifra es la más baja desde enero y sirvió para que el economista jefe del BCE, Otmar Issing, expresase su confianza en que la inflación se situará por debajo del 2% el año que viene.
Los Gobiernos de los países de la eurozona creen que los buenos datos inflacionistas pueden acelerar la decisión del BCE de relajar su política monetaria y reducir los tipos de interés para los Doce, que actualmente están en el 3,75%.
Aun así, el IPC armonizado todavía está medio punto por encima del objetivo del 2% marcado por el BCE. Además, la tasa de inflación creció un 0,3% respecto al mes de agosto. Los expertos esperaban que los precios cayesen en septiembre, a causa de la caída de la cotización internacional del crudo.
Otro dato preocupante es el de la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos, la energía, el alcohol y el tabaco, creció hasta situarse en el 2,2%, el nivel más alto desde junio de 1996. Con todo, los expertos creen que la rebaja de tipos del BCE, que sería la cuarta del año es sólo cuestión de tiempo. Los directivos del BCE piden calma. Por otra parte, la Oficina de Estadística de la UE informó ayer de que la producción industrial en la eurozona creció en agosto un 1% respecto al mes anterior y un 0,4% sobre el mismo mes de 2000. En el total de la UE el incremento mensual fue del 15, mientras que la producción se mantuvo estable respecto a 2000.
Aunque se esperaba que la producción bajase, los expertos desecharon que los datos positivos pudieran frenar la inminente decisión del BCE sobre los tipos. Los analistas creen que el incremento responde a que muchas empresas cerraron por vacaciones en julio, mes en el que la producción cayó un 1,3%.
Diferencial de España
El comportamiento de los precios en septiembre también fue positivo en España y cayó dos décimas, con lo que mantuvo su diferencial respecto a la eurozona y al conjunto de los Quince. El crecimiento interanual del IPC armonizado se situó en España en el 3,4%, frente a la media de 2,5% de los 12 países de la zona euro y de 2,4% del conjunto de la UE. A pesar de que la Administración Aznar calificó de positivos los datos nacionales, España pasó en septiembre del quinto al cuarto lugar en la lista de países más inflacionistas. Un grupo liderado por Holanda (5,4%), Portugal (4,1%) y Grecia (4%). Solamente tres países de la eurozona cumplen con el objetivo de estabilidad de precios fijado por el BCE en el 2%.
Estos países son Francia (1,6%), Bélgica y Luxemburgo, ambos con una tasa de inflación del 1,9%. Los tres países de la UE, ajenos al euro, tuvieron un comportamiento dispar: la tasa de Suecia fue del 3,3%; la de Dinamarca, del 2,1%, y la más moderada es la del Reino Unido, donde el crecimiento de los precios es de sólo el 1,3%.
Donde España sí hace un buen papel es en producción industrial, que creció en agosto un 3,3%, sólo superada por Irlanda (5,8%) y Luxemburgo (4,9%). El desempeño español fue muy superior al de las tres potencias europeas: Alemania (2,1%), Francia (0%) y Reino Unido (1%).
El ministro de Economía, Rodrigo Rato, incidió ayer en que España sigue marcando diferencias con el resto de la UE en materia de crecimiento económico. Sin embargo, Rato reconoció que la desaceleración iniciada en la economía nacional puede continuar en los próximos meses. Una situación que puede agravarse, toda vez que hasta ahora las exportaciones han compensado la desaceleración de la demanda interna. El nuevo marco internacional no es el más idóneo para esa fórmula.
Más presiones al Banco de Inglaterra
Una nueva rebaja de los tipos de interés en Reino Unido se percibe ahora más probable al conocerse que los dos últimos recortes aprobados por el Banco de Inglaterra, que siguieron a los atentados del 11 de septiembre, obtuvieron la unanimidad de los nueve miembros del comité de política monetaria.
El tipo de interés en Reino Unido se mantiene ahora en el 4,5%, su nivel más bajo en 37 años, y los mercados se preguntan si caerá mucho más.
Los economistas creen que ni siquiera un nuevo descenso en septiembre de las solicitudes de ayuda al desempleo impediría al banco recortar el precio del dinero, porque la medición total de los desempleados ha registrado el mayor aumento en ocho años. "La unanimidad mostrada en el comité de política monetaria y su decisión de recortar los tipos en octubre, basada en los datos conocidos tras el 11 de septiembre, sugieren que hay margen y deseo para que los tipos se reduzcan antes de fin de año", afirma Ian Fletcher, economista jefe de las Cámaras de Comercio británicas.