El INE quiere saber cuántos somos y dónde vivimos
Comienza la cuenta atrás en el complicado proceso de elaboración del censo de población y viviendas 2001, la encuesta más importante de todas cuantas realiza el INE.
Como el cartero de la popular novela de James M. Cain, casi 43.000 agentes censales del Instituto Nacional de Estadística (INE) llamarán a la puerta de todas las viviendas del país a partir de la semana que viene, hasta seis veces si fuera necesario, para entregar los cuestionarios de los censos de población y viviendas de 2001.
Además de los alojamientos tradicionales, los agentes están obligados a visitar las cuevas, chabolas, carromatos y establecimientos colectivos como conventos y residencias de ancianos. De hecho, las personas sin domicilio fijo no quedan excluidas del censo, tal es el caso de quienes residen en los centros de asistencia social.
En el censo de viviendas se incluirán todos los recintos destinados a habitación humana y aquellos otros que, sin tener esta finalidad, hayan estado efectivamente habitados el día 1 de noviembre. No se incluirán, por tanto, los inmuebles en construcción, los que se estuvieran demoliendo, ni los declarados desocupados por ruina.
Los distintos cuestionarios serán entregados a partir del 22 de octubre, con la previsión de que el último día de diciembre hayan finalizado los trabajos de campo y comience el proceso de explotación de los datos recopilados, de los que no se podrá conocer ninguna cifra hasta el verano de 2002.
Estas son las encuestas más importantes de cuantas realiza el INE, dado que son instrumentos indispensables para conocer el número de habitantes de una nación, así como su distribución geográfica y sus características de edad, sexo o nivel de instrucción. Además, constituye la base para cualquier estudio demográfico o estadístico.
Conviene recordar que de las cifras de población y su distribución geográfica depende la planificación de toda clase de acciones de política sanitaria, educativa, asistencial, económica y social.
El INE quiere incidir en la trascendencia que tiene esta estadística para concienciar a la población de la necesidad de cumplimentar correctamente los distintos cuestionarios, que por primera vez irán ya con los datos padronales incluidos. Por este motivo, tan sólo habrá que rectificar los datos que figuren incorrectos y completar la información restante.
Esta es la principal novedad que presentan los cuestionarios del censo de 2001. Para su elaboración, el INE ha procedido a cruzar los datos que dispone del padrón municipal y el catastro, en aquellos casos donde ha detectado duplicidades ha procedido a comunicarlo a los ayuntamientos afectados para que realicen la comprobación pertinente.
40 millones
Sólo de esta forma y con la colaboración de los ciudadanos será posible obtener una estadística fiable y ajustada a la realidad. Una vez conseguida esta primera filtración de datos, el INE se prepara para asumir el reto de que cada cuestionario llegue al lugar correcto y no a otro. Los máximos responsables de la elaboración del censo estiman que la cumplimentación completa de la documentación apenas consumirá 20 minutos, por lo que aconsejan que se realice sin prisas para evitar errores.
Dado que los cuestionarios incluyen datos personales de los titulares de la vivienda, el INE ha dispuesto un sistema de visitas repetidas a distintas horas para que la entrega sea personal y sólo en casos muy puntuales se dejará al portero o a una tercera persona en un segundo sobre cerrado, junto con el anuncio del día en que se pasará a recoger la documentación ya cumplimentada.
Según las estimaciones del INE, está previsto censar alrededor de 40 millones de personas y 17 millones de viviendas. Con el objetivo de recabar la ingente cantidad de información necesaria para la buena elaboración de los censos se han confeccionado cuatro cuestionarios básicos, que han llegado a desdoblarse en 42 modelos diferentes, como consecuencia de la inclusión de preguntas relativas al conocimiento de las lenguas cooficiales con el castellano y la edición de cuestionarios bilingües. Además, otra de las novedades la constituye el hecho de que se puedan contestar los cuestionarios por Internet.
La realización de estas encuestas ha obligado al INE a contratar a un total de 42.932 personas con carácter temporal, por lo que hasta enero de 2002 este organismo será una de las mayores empresas del país por número de trabajadores, sólo por detrás de Telefónica, los dos grandes bancos, El Corte Inglés y FCC.
¿Conseguiremos llegar a la barrera psicológica de los 40 millones de españoles? El padrón de enero de 2000 afirma que somos 40,5 millones, aunque sus cifras siempre han sido cuestionadas por las duplicidades que continúa conteniendo. No obstante, los últimos flujos de inmigrantes parecen indicar que podrá lograrse la mítica cifra. Resta por saber, a partir del próximo verano, si los inmigrantes accederán a registrar correctamente todos sus datos en los cuestionarios o podrá más el miedo a estar fichados. Las apuestas optan por la primera opción. Finalmente, la estadística dirá.