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GUERRA AL TERRORISMO

La AIE lanza un plan de choque para responder a un alza del crudo

La OPEP ha tolerado de momento una caída constante del precio del barril de petróleo ante un previsible descenso del consumo. Pero la Agencia Internacional de la Energía (AIE) reconoce en documentos confidenciales que esta actitud "puede cambiar de repente". El organismo que agrupa a los mayores consumidores de petróleo (la UE, Estados Unidos, Japón, Canadá y Corea figuran entre sus 26 miembros) dispone ya de planes confidenciales para reaccionar en menos de 24 horas ante una posible crisis de suministro. Dos millones de barriles diarios se encuentran listos para salir al mercado tan pronto como la AIE dé la señal convenida. La agencia, con sede en París, mantiene el silencio.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE), organismo ligado a la OCDE, ha trazado un plan de choque contra una posible escalada del precio del crudo en el que contempla la posibilidad de colocar en el mercado dos millones de barriles de crudo diarios, durante un periodo de dos semanas, con cargo, si fuera preciso, a las reservas estratégicas de los países consumidores.

El detallado proyecto de carácter confidencial, que la agencia, desde su sede en París, ni confirma ni desmiente, fija ya incluso la cuota de contribución de cada uno de los 26 Estados miembros. España aparece como el noveno contribuyente con una posible aportación de casi 64.900 barriles diarios o el 3,2% del total.

La guerra del Golfo (1991) fue la última ocasión que la AIE puso en marcha un régimen de contingencia, entonces fue de 2,5 millones de barriles diarios, su mero anuncio provocó una caída del precio del barril.

La situación era muy diferente de ahora, pues EE UU perdió tras la invasión iraquí de Kuwait acceso a un suministro de cinco millones de barriles diarios. Actualmente, EE UU es el mayor importador del mundo, con unas compras que ascienden a 11,57 millones de barriles diarios, según los datos del Instituto Americano del Petróleo (API). El 23% de ese volumen proviene de los países del golfo Pérsico. Hasta el momento, la operación de represalia estadounidense se ha circunscrito a Afganistán. Las naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han garantizado, de momento, cualquier carencia de suministro que pueda producirse, lo mismo ha hecho Rusia, que produce más de siete millones de barriles diarios, según las cifras de la AIE.

Pero la incertidumbre generada en los primeros momentos llevó a la agencia internacional a convocar una reunión de urgencia y estudiar un plan de contingencia.

El director de la AIE, Robert Priddle, pide, por ahora, "guardar silencio hasta que acordemos que la aplicación [del plan] es necesaria", según sus recomendaciones por carta a los miembros de la AIE. Los 15 países de la UE forman parte de esa organización. El representante español en la AIE es el organismo público de Cooperación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

Desde que se desató la crisis el 11 de septiembre, la AIE empezó a moverse para prevenir un colapso de suministro. De ahí, sus conversaciones con la OPEP, que representa el 40% de la producción mundial, para colaborar en "la estabilidad del mercado". El cartel petrolero, mayoritariamente árabe, escuchó entonces a Occidente y en su reunión del 28 de septiembre decidió mantener su producción a pesar de la fuerte caída de los precios. Priddle describió entonces la decisión de la OPEP como "una muestra de moderación".

Pero la agencia se afanaba ya, en vísperas de aquella reunión de los productores, en ultimar los pasos para una actuación coordinada "en previsión", explica Priddle en su misiva, "de circunstancias en las cuales se produzcan turbulencias significativas en el mercado del petróleo".

"No cabe esperar un único desencadenante como en el comienzo de las hostilidades de la Tormenta del Desierto", alude Priddle a la ofensiva militar de EE UU contra Irak hace 10 años. Pero el director de la agencia considera que, aún así, la volatilidad del mercado tras los atentados de Nueva York y Washington puede exigir una respuesta unánime de los mayores consumidores de energía.

Reservas de EE UU

Los planes de la agencia no son los únicos que se están haciendo en previsión de que el panorama petrolero cambie sustancialmente. El Congreso de EE UU ya ha solicitado al presidente Bush que autorice el incremento de las reservas estratégicas del país hasta 700 millones de barriles.

Estas reservas son actualmente de 545 millones de barriles y se almacenan en unas cavernas, creadas en los yacimientos de sal entre los Estados de Tejas y Louisiana cercanos al golfo de México, lo que facilita su distribución. La última vez que fueron utilizadas las reservas fue a finales de septiembre del año pasado, cuando Bill Clinton, entonces presidente del Gobierno, autorizó a extraer de las reservas 30 millones de barriles. En aquel momento, el precio del crudo estaba en los 30 dólares por barril, otra situación que tampoco se da ahora. La cotización del brent ronda los 22 dólares y el precio del crudo de la OPEP está en el entorno de los 20 dólares.

Priddle reconoce que en las circunstancias actuales la tendencia del mercado apunta más bien a un descenso en el precio del barril, pero "esa percepción puede cambiar de repente". La AIE habla en su plan de posibles problemas en el suministro de petróleo como consecuencia de las acciones de represalia de EE UU, iniciadas finalmente el pasado 7 de octubre. Ese riesgo puede acabar imponiendo "una inaceptable carga en economías que ya luchan para recuperar [su ritmo de] crecimiento".

En el plan diseñado por la AIE, Estados Unidos sería el máximo contribuidor, aportando un total de 866.000 barriles diarios, inmediatamente después vendría Japón, con 259.000 barriles diarios y luego, Alemania, con 132.000 barriles diarios. El Reino Unido aportaría 74.000 barriles por día.

Priddle ha advertido a los países miembros que la aplicación urgente de un plan de contingencia puede exigir un proceso de consulta de sólo 24 horas "y quizá, en determinadas circunstancias, habrá de ser más corto". Los supuestos ejercicios teóricos de la agencia pueden entonces hacerse realidad.

 

La UE dispone de inventarios suficientes para 113 días de consumo

Las reservas petrolíferas de los 15 Estados miembros de la Unión Europea superaban el 28 de agosto los 126 millones de toneladas, según los últimos datos de que dispone la Comisión Europea. Esa cantidad equivale al consumo energético de 113 días en la UE, 23 días más que las existencias mínima exigidas por las directivas sobre crisis de abastecimiento. El 30 de junio, las reservas españolas, de acuerdo con la información remitida a Bruselas por el Gobierno, alcanzaban para 110 días de consumo de gasolina, 92 días de gasóleos y querosenos y 154 días de fuelóleos.

Las compañías petroleras almacenan dos tercios de ese combustible y el resto lo custodia el Gobierno español a través de Cores (Cooperación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos). El mantenimiento en la UE de unas existencias mínimas de petróleo y productos derivados equivalente a 90 días se fijó en 1972, incrementado los 65 días estipulados con anterioridad.

En los últimos 50 años, según recuerda Cores en su página de Internet, "se han producido más de 14 situaciones de crisis con reducciones en los suministros de crudo de, al menos, medio millón de barriles al día".

Sólo desde 1993, la interrupción en el suministro ha superado en cuatro ocasiones los tres millones de barriles diarios, en ocasiones durante un intervalo de hasta nueve meses.

La Comisión Europea estima que la reacción ante estas crisis no puede ser sino concertada internacionalmente. Bruselas opina que ante una crisis grave de suministro "no se puede esperar a que el mercado restaure el equilibrio entre oferta y demanda".

El papel esencial del petróleo en la vida social y económica de los países industrializados justifica, según la Comisión, una intervención pública si es necesario. "Las autoridades públicas, que duda cabe, tienen un papel que jugar".

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