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GUERRA AL TERRORISMO

El volumen de negocio vuelve a dar síntomas de debilidad

La gran agitación que viven los mercados de acciones en momentos muy concretos del día y que, pese al empeño de algunos, no son extrapolables para el conjunto de la sesión no está respaldada por volúmenes de negocio coherentes. Es decir, la agitación repentina es más fruto de episodios histéricos, especulativos y muy localizados que de comportamientos de manada, de pánico.

Noticia importante para las Bolsas desde el comienzo de la semana es, así, la reducción progresiva de las cifras de actividad. Significa que la ofensiva de Estados Unidos y de sus aliados contra Afganistán no ha entrañado riesgos adicionales para unos mercados muy debilitados. Es más, la mayor parte de los expertos considera que con ello se ha despejado una de las grandes incertidumbres que pesaba sobre los mercados.

Dinero reacio

El dinero, claro está, tampoco se muestra especialmente dispuesto a entrar. El mercado continuo hizo operaciones ayer por valor de 1.275 millones de euros, cifra un 10% inferior a la del día anterior y de nuevo abocada a la zona psicológica de los 1.000 millones de euros.

Los analistas que entienden de volúmenes de negocio destacan que en la coyuntura actual la posición de los inversores resulta más transparente que nunca. Cifras de actividad a la baja, dicen, son indicativas de que los que mantienen posiciones en Bolsa no quieren vender, porque consideran que es el peor momento para hacerlo. Del mismo modo, quienes están en posición de comprar acciones esperan otra oportunidad al especular con nuevas caídas de los mercados. Es, en definitiva, la ley de la oferta y la demanda.

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