Los precios objetivo giran a la baja
Los mercados financieros no han perdido la compostura y, salvo los nervios lógicos intradía, situación que siempre se da en Bolsa sea cual sea la coyuntura, mantienen los índices en una posición de test permanente respecto a los niveles de soporte. æpermil;stos, en líneas generales, coinciden con los previos a los ataques terroristas y, también, con los mínimos de cierre de la gran crisis financiera internacional del verano de 1998.
En las tres últimas jornadas la Bolsa española ha tenido, sin embargo, que nadar y guardar la ropa en los ríos revueltos del inicio de los ataques contra Afganistán y en el específico de los mercados de Latinoamérica.
La crisis argentina ha vuelto a manifestar la gran debilidad de los valores representativos del mercado nacional no tanto por el impacto único de la exposición en Argentina como por la traslación del fenómeno al resto de la zona. Resulta especialmente peligroso el aumento de la prima de riesgo de los bonos brasileños.
La complicación renovada y la incertidumbre que generan las elecciones del domingo han puesto en guardia a los gestores y analistas, principalmente los extranjeros. Son frecuentes, desde el inicio de la semana, las revisiones a la baja de los precios objetivo por acción de los grandes valores de la Bolsa española.
Telefónica estrenó este renglón al cierre de la semana pasada y en los primeros compases de la actual han seguido el mismo camino los dos grandes bancos. El empeoramiento de las recomendaciones no favorece, precisamente, la mejora de la fuerza relativa del mercado nacional. De ahí que sea el de peor evolución en el último mes.
Esta situación queda neutralizada de manera parcial por la tendencia a los movimientos globales en los mercados, pendientes, ante todo, de la situación internacional.