Madrid encabeza las iniciativas para el reciclado de escombros
La gestión de los residuos de construcción y demolición está tristemente en boga desde el derrumbamiento de las Torres Gemelas de Manhattan. El Ayuntamiento de Nueva York ha presupuestado casi 1.100 millones de euros (183.000 millones de pesetas) para despejar 1,2 millones de toneladas de escombros. En España, Madrid está apoyando iniciativas para reciclar estos residuos.
Cada español produce al año 640 kilogramos de escombros, según el Ministerio de Medio Ambiente, que impulsó en junio un plan nacional, para que en 2006 sólo un 10% de estos residuos acabe en vertederos o, lo que es peor, en alguno de los 3.500 puntos de vertidos ilegales. Todos los materiales pétreos y cerámicos se pueden convertir en zahorras y áridos que sirven de relleno para obras viarias, de canalización o para caminos rurales.
España es el cuarto generador de escombros de la Unión Europea, donde se produce una media de 548 kilogramos de escombros por habitante y año.
El enorme crecimiento de Madrid ha derivado en un serio problema para su Gobierno regional, que tropieza con la capacidad limitada de los vertederos. Sólo en el término municipal de la región se producen 25.000 toneladas de escombros diarios. Ello le ha llevado a promover iniciativas privadas para el tratamiento de estos residuos. Así, dentro del proyecto Madrid Recicla RCD/-UTE, dos empresas, Nac 3 -fabricante de áridos reciclados, fruto de la apuesta de futuro de ocho pequeñas constructoras- y la filial del grupo Tecsa, Demoliciones y Reciclados (Dyr), han fundado la primera planta para recuperar hasta 1.000 toneladas de escombros diarios en la carretera de Valdemingómez. Además, facilitan máquinas de reciclaje móviles para trabajar en el lugar de las obras. La planta ha supuesto un desembolso de más de 250 millones de pesetas (1,5 millones de euros), con una subvención para el desarrollo del proyecto de 35 millones. Los restos del malogrado Palacio de los Deportes ya han pasado por ella.
El proyecto Madrid Recicla RCD/UTE está promovido desde 1996 por la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Pretende demostrar la viabilidad económica de este reciclado, a condición de que se efectúe una separación de los materiales en origen, de manera que los que entran en la planta no contienen más de un 5% de impurezas. Además de Nac 3 y Dyr, participan en el proyecto empresas de demoliciones, como Detecsa o Soltec, y transportistas de contenedores, como Saco 3.
El gestor de la planta de Valdemingomez, Ignacio Tertre, se queja de que las tarifas de los vertederos no permiten estimular el reciclado de los escombros: "Estamos ofreciendo servicios desde junio por debajo del precio de coste. Mientras en Europa se cobra una tarifa en vertedero de hasta 2.000 pesetas por tonelada, aquí se cobra a 115 pesetas". Confía, no obstante, en el endurecimiento de las tarifas por la trasposición de la directiva de vertidos. Asegura que el mercado de áridos reciclados se potenciará a partir de que Aenor dicte una norma al respecto. En su opinión, este mercado cubrirá el 5% de la demanda de estos materiales en 2006, lo que supondrá una facturación estimada de 18.000 millones de pesetas.