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Los sindicatos de Aerolíneas, dispuestos a colaborar con Marsans

Tras la ruidosa recepción realizada por los sindicatos de Aerolíneas a la decisión de la SEPI de vender Aerolíneas Argentinas a un grupo español liderado por el operador turístico Marsans, las aguas parecen haberse tranquilizado. Ayer los principales representantes de los trabajadores hicieron declaraciones moderadas y se desconvocaron buena parte de los actos de protesta que estaban programados.

Parte del mérito en la moderación del tono de los sindicatos lo tiene el ministro argentino de Infraestructura, Carlos Bastos, quien hizo ayer un llamamiento a la colaboración por parte de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas. Bastos aseguró que la plantilla "debería estar muy conforme" con la venta de la compañía y exigió su concurso para sacarla adelante.

En entrevistas con emisoras de radio de Buenos Aires, Bastos manifestó ayer su optimismo por el traspaso del control de Aerolíneas Argentinas y su filial Austral al grupo español Air Comet, participado por las españolas Marsans y Spanair y la argentina Air Plus, y respondió a las inquietudes y críticas de los sindicatos.

"Los trabajadores de Aerolíneas deberían estar muy conformes con que la compañía se haya reencauzado y tengan posibilidad de crecimiento y de conservar sus fuentes de trabajo", dijo a Radio América.

Para Bastos, el Estado y el contribuyente argentino también deben sentirse satisfechos por esta "muy buena noticia", ya que la operación concretada el martes en Madrid "no les cuesta (dinero) en absoluto".

"Las pérdidas de la compañía Aerolíneas Argentinas han sido soportadas por la SEPI", afirmó el ministro a Radio Continental.

La SEPI, que desde comienzos del año 2000 controlaba Aerolíneas Argentinas y Austral, traspasó su participación del 92% en las compañías argentinas a Air Comet y se comprometió a asumir la mitad de la deuda acumulada de más de 900 millones de dólares (165.000 millones de pesetas, 197 millones de euros).

Lacsa, paralizada

Por otra parte, la línea aérea costarricense Lacsa cesará sus operaciones el próximo día 16 de octubre después de 10 años de servicio, lo que dejará a la panameña Copa y la española Iberia como las únicas compañías internacionales en la isla.

La decisión de Lacsa afectará también a las operaciones del Grupo Taca, en el que está integrado, y reduce enormemente la oferta de servicios aéreos en Centroamérica.

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